always love

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Por todas esas veces que cruzamos la mirada,

cuando eras mía y yo era tuya,

siempre fue amor.

Por todas esas veces que nos hicimos daño,

siempre fuimos amor.

La camisa blanca voló por el aire con un movimiento ágil, volátil y hasta incluso sensual para cualquiera que lo presenciara; las manos se introdujeron por las mangas casi de forma simultánea antes de que la tela le rozara la espalda. Y el cuello mal puesto no hacía más que verse sexy en ella.

Cogió el primer botón a la altura del pecho, dejando un generoso escote a la vista, y empezó a abotonarse la camisa blanca con la mirada perdida en sus manos.

-Lauren, ¿por qué no vuelves a la cama?

El gesto de cabeza hizo que su cabello negro se apartara de golpe y se centró en la mujer desnuda que había entre las sábanas de seda.

Ella tan solo negó con la cabeza buscando con la mirada su tanga por el suelo.

-No me tientes, preciosa. Ya llego tarde.

Ante sus ojos vio cómo la mujer de cabello rubio se levantaba de la cama y caminaba seductora hacia ella, y aunque podría ser una de las mujeres más hermosas que hubiera visto Lauren, no lo era. Para nada se le podía comparar. Dicha mujer, se detuvo ante ella -unos centímetros más bajita- y pasó sus dedos por los carnosos labios de Lauren y los bajó haciendo una línea perfecta por los botones blancos de la camisa y deteniéndose en su centro desnudo.

La cantante gruñó en el mismo momento que su cuerpo empezó a gritar por sexo una vez más.

Fue instantáneo.

Besó de nuevo aquella rubia con ferocidad, ¿qué más daba llegar, en vez de cinco minutos tarde, media hora tarde? ¿Qué importaba cuando tenía aquella preciosa mujer bajo su merced...?

De hecho, la sonrisa de después fue gloriosa y valió la pena.

Por suerte, el sexo siempre hacia que Lauren se olvidara de todos sus problemas.

Cuarenta y cinco minutos más tarde de la hora a la que se suponía que tenía que llegar, la morena de ojos verdes se ajustó las gafas de sol, sin borrar la sonrisa, mientras entraba al restaurante en el que la estaban esperando:

-Llegas tarde, Lauren.

Alexa fue la primera en recibirla con aquella mirada penetrante y bastante enfadada.

-Lo siento, lo siento-besó su mejilla, para luego dirigirse hacia su otra amiga-. Keana, qué guapa.

-Ya, claro, deja tanto halago para luego-su otra amiga se cruzó de brazos esperando una justificación y recibiendo el beso a regañadientes-. ¿Por qué llegas tan tarde?

-Exacto, nos dijiste que hoy no tenías nada en la agenda, ni grabaciones ni nada.

Lauren sonrió tomando asiento y quitándose las gafas de sol:

-Se me pegaron algo las sábanas...

Alexa le agarró por el cuello de la camisa blanca, aún mal colocado, y tiró de él haciendo que medio hombro quedase desnudo ante todo el restaurante. Quiso protestar, pero cuando bajó la vista a su piel vio perfectamente las marcas de ciertos dientes que habían dejado huella.

-Ya, ¿y esas sábanas tienen nombre y apellido?

Pillada.

Lauren sonrió entre medio avergonzada y medio orgullosa.

always love (One shot; Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora