La Redención de Regulus Black

03:El Rescate de Regulus Black:

Al entrar a la cueva me escondí detrás de unas rocas que me daban la vista suficiente de lo que ocurría al otro lado en el islote central de la cueva, me mantenía en alerta y observaba cada movimiento de los dos que ahora bajaban del bote y subían al islote, afilando la vista lo más posible distinguí una especie de altar del cual mi protegido bebía sus aguas, en cuanto se desplomó en el piso tirando alaridos al aire rodee los paredones de la cueva y medió trepé por las rocosas paredes y estalagmitas, logré ir entre saltos y resbalones a una distancia tan cercana que los tenía apenas a tres metros de mí, aferrada al poste rocoso y con la varita agarrada entre mis dientes, vi claramente el muchacho desplomado llorando y pidiendo ayuda y al elfo llorar y rogar, haciéndole beber aquella extraña sustancia.

Al terminar su suplicio, pareció irse el alma de su cuerpo y desesperadamente rogó por agua, pero no pudo conjurarla, maldiciendo y arrastrándose hacia la orilla del islote, vi como acercaba con desconfianza sus manos y su boca al agua que rodeaba el islote, pudo beber, pero al pestañear vi su cuerpo siendo arrastrado al fondo del lago.

Con un "Lumus Máxima" observe con horror como todo el lago se iluminaba en inferís, cientos de inferís arrastrándolo y aferrándose a él quitándole el aire, en un momento de lucidez y desesperación el hechizo Fiendfyre salió de mi garganta quemando los cadáveres y así pudiendo saltar al agua a sacar al joven. El elfo desesperado lloraba y gritaba horrorizado.

Empapada y con el chico agarrado desde las axilas, subí su cuerpo y lo devolví al islote, y en total desesperación lo puse de lado y empecé a golpear su espalda, y a comprimirle en pecho, eternos fueron los segundos que este chico estaba aún inconsciente y el elfo inútil gritando incoherencias y llorando desconsolado a un lado de nosotros, y en total estado de impotencia lo coloque boca arriba y di un puñetazo a su pecho al cual debí haberme roto un par de nudillos, otro puñetazo más al pecho y en un pequeño sacudón el ahogado se incorporó vomitando el agua de su pulmones y estómago, cuando vació sus cavidades y las liberó del agua invasora se desmayó entre mis brazos, pero ahora estaba respirando, desmayado pero respiraba.

El elfo no dejaba de agradecerme y decirme que debía llevarse a su amo, cansada de sus gritos y de todo el esfuerzo que había hecho, inmovilicé al elfo y me senté apoyando mi espalda adolorida en el altar que más bien parecía un lavabo muy caro.

— Elfo necesito que me escuches atentamente, no soy tu enemiga, se me encargo la protección total de Regulus Black, ¿él es tu dueño verdad? ¿Le eres fiel? Bien entonces escúchame, te desencantaré ahora, pero necesito que me escuches y te quedes quieto y atendiéndome. Es lo mínimo que merezco luego de traerlo a la vida de nuevo— los ojos del elfo que al principio estaban cegados de rabia, se calmaron y se abrieron en curiosidad,

— Se me encargo proteger y salvaguardar la vida de este joven, hace varios días que lo sigo muy de cerca, y sé perfectamente que demitió de su deber como mortifago tratando de traicionar a su lord, no sé exactamente porqué, pero entiendes que eso que tienes en tus manos, que tu amo aquí desmayado robó, ¿lo pone en un peligro mortal verdad? Ahora serás un buen elfo, y llevaremos a un lugar seguro al muchacho, te aparecerás con nosotros, y te explicaré a ti y a tu amo, exactamente qué harán de aquí en adelante— ante la mención de Lord Voldemort y el peligro que este supone para Regulus, el elfo retuvo grosas lágrimas en sus acongojados ojos, y asintió accediendo a un acuerdo. Tomé su huesuda mano herida y con Regulus Black desmayado entre mis brazos y agarrado firmemente nos fuimos.

En un pestañear estábamos en casa de mi hermana mayor, más precisamente en la habitación de huéspedes de esta, con un sutil levitar deposité al muchacho en la cama y la puerta de la habitación se abrió brusca mostrando a mi querida Erminia, feroz, con su varita lista en lo alto que en un suspiro aliviado bajó, y preocupada por mi repentina aparición y acompañantes intentó preguntar, evadiendo el momento con un simple "te lo explico en el desayuno" la saque de la habitación.

A todo esto el elfo estaba parado a un lado de su durmiente amo, mirándome con total desconfianza y pidiéndome explicaciones las cuales no pude evadir:

— Estamos a salvo aquí, se les proporcionará comida y un refugio más que seguro, es la casa de mi hermana, mi nombre es Anette por cierto... mira emm...— no sabía si este elfo tenía nombre así que esperé y en un susurro enojado le escuché decir "Kreacher"

— Mira Kreacher, Albus Dumbledore me contrató para proteger a tu amo, no sé exactamente como pero Dumbledore sospechó que Regulus Black estaría en peligro de muerte, así que tengo que mantenerlo vivo, y tú me vas a ayudar en eso, si quieres que tu amo viva.—

Luego de una extensa charla con el elfo que resultó no ser tan desagradable llegamos al acuerdo de que daría aviso de la desaparición y presunta muerte de Regulus Black a todos sin excepción, Regulus Black era ahora oficialmente un presunto muerto.

Luego de que el elfo se fuera llegó la hora del desayuno y la hora de explicarle a Erminia quien era el desmayado en la habitación de huéspedes. Como era de esperarme mi hermana puso el grito en el cielo y se acordó de todos los familiares de mi empleador y no de la mejor manera:

— Este viejo desgraciado cobarde hará que te maten, ya mataron a Don y a los niños, que más quiere ese viejo, te está poniendo la soga al cuello y tú se lo permites— su cara se contraía en rabia y era entendible, ella era la mayor de nosotros tres, y todos sufrimos la perdida de Donato, Maurito y Emi a manos de esos asesinos, y ahora yo tenía a uno de ellos durmiendo en su casa.

— Miña, solo será hasta que despierte, cuando despierte le explicaré todo y me iré con él a Italia, lejos, y si veo amenazas en Italia, me iré a Francia o a Polonia y no nos pondré en ningún peligro, confía en mí, yo sé muy bien como huir y tengo formas que jamás me han fallado.

La cena continuó y luego de bañarme y vestirme volví a Moher para recoger mi campamento que aún seguía ahí, al volver eran las diez de la mañana y para variar el cielo cubierto de nubes y la humedad del ambiente apenas dejaban ver el sol y daban un aspecto triste a todo Londres.

Fui a revisar al denominado "trabajito" que seguía durmiendo en la habitación, me acerque para revisar sus signos vitales y su pulso era constante al igual que su respiración, no tenía ni fiebre ni tampoco estaba helado por el agua, casi ni parecía que hasta hace unas horas se había ahogado hasta la casi muerte, sus labios seguían rosados lo único que tenía eran ojeras violáceas bajo sus ojos y abarcaban sus parpados repleto de venillas visibles, se veía frágil pero la realidad es que era un tipo con tendencias peligrosas que había apoyado a un líder antisemita que cegaba las vidas de los magos y no debería vivir.

Si hacia memoria lo recordaba de la escuela, ambos nos habíamos graduado el mismo año, en la escuela era un Slytherin perfecto que obtenía cada premio y reconocimiento habidos y por haber, era el orgullo de Slytherin, parecía una maquina hecha únicamente para hacer todo metódica y perfectamente, estaba hecho para destacar brillar y sacarle lustre a la placa de su nombre, apellido y títulos, para destacar para llamarle la atención a Él. Jamás cruce palabras con él ni tampoco lo intente, cuando nos tocaban clases juntos él siempre era el primero en responder a todo, en pociones destacaba al igual que Snape, cada trabajo y cada ensayo tenia puntuaciones perfectas incluso los de Binns, él era el chico que los profesores ponían como ejemplo para los demás alumnos, siempre me resultó raro que fuera hermano del sin sesos de Sirius, siendo tan diferentes.

Pensaba en retrospectiva tratando de recordar en una silla aun lado de la cama, cuando vi que mi trabajo había comenzado a despertar.