ST★RFUCKER

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y ahí comenzó verdaderamente el odio de jeno hacia renjun.

ahora sí que le molestaban todas sus malditas bromas, cada papelito que le lanzaba, cada pedacito de cinta que ponía su casillero y toda la sarta de estupideces que seguía haciéndole.

y con más razón ahora que le había dicho al director que había sido él quien le escondió la ropa, y todo cuadró cuando abrieron el casillero del tonto de renjun y ahí encontraron todo.

después de eso parecía que el ojimiel, un poquito más resentido que antes, tenía más razones para jugarle bromas. además que ahora que sabía que todo esto le molestaba al de cabellos rizados lo hacía todo con más ganas.

hacia muy poco entre unos de esos "accidentales choques" que tenía con él en los pasillos, había roto sin querer los lentes del rizado quien largaba chispas del enojo.

el caso fue llevado al director, y desde ahí renjun tuvo que pagarle unos anteojos nuevos que el rizado se negó rotundamente a usar debido a su provenencia, no quería tener nada que ver con el chico de ojos miel.

desde ese entonces y por un largo tiempo, jeno estuvo usando lentes de contacto, hasta que consiguió que arreglen sus anteriores lentes.

pero aunque le costara horrores admitirlo, seguía sintiéndose algo atraído por renjun y toda su mierda. se volvía tan blando al verlo reírse con los tontos de sus amigos, deseando volver atrás el tiempo para que nada fuera como se dio.

solía observarlo de lejos cuando el bajito se escapaba de las clases de gimnasia para fumar cigarrillos detrás del edificio de educación física, con sus manos suavecitas sosteniendo los virginia slim, tan femeninos como él mismo, mientras aspiraba el vicio y lo soltaba tras unos segundos.

parecía tan lindo, tan bueno, así de lejos, cuando no estaba molestándolo. escupiendo tiras de humo por la boca y respirando profundo después, batiendo sus pestañas y mordiéndose los labios, como si se debatiese cuestiones de vida o muerte.

cuanto menos se dieron cuenta, habían pasado semanas del altercado. semanas donde las bromas seguían su curso, haciéndose más pesadas con el tiempo. donde jeno seguía teniendo un tan intenso odio como deseo hacia renjun.