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renjun temblaba bajo su toque, sabía que si abría su boca y gemía alto, como el chico ruidoso que era, todos lo oirían, que todos se burlarían de él y no dejarían que esto sea olvidado.

su reputación quizá estaba en juego, pero sabía que nada de esto estaba bajo su control. sabía que si jeno así lo quisiera, lo doblegaría sobre esa misma mesa y lo follaría hasta que nada quedase de él, destrozando su reputación, dejándolo como un cualquiera.

pero lo peor de todas esas cosas era que renjun sabía que de todas maneras él lo disfrutaría.

sintió sus manos enormes bajándole el elástico de sus pantalones, acariciando su polla con movimientos lánguidos. renjun gimió ronco solo para que jeno lo escuchase, el más bajo vibraba ante todo lo que le decía y hacía. quería asentir y dejarse hacer ante lo que él le pidiese.

―siempre buscando todos los ojos sobre ti, llamando la atención. apuesto a que te excita esa adrenalina de que cualquiera pueda voltear y ver como te entregas a mí. todos esos enormes tipos que te follas, esos universitarios, no están ni cerca de tenerte así ―le dio vuelta, de frente a él, y lo subió a la mesa, colocándose entre sus piernas abiertas, jadeó profundo ante el sorpresivo movimiento, lo había tomado de imprevisto. ―gimiendo porque te meta mi polla, en frente de todos. bien calladito y sumiso.

renjun quería bajarse, se sentía demasiado expuesto con las manos de jeno entre sus muslos acariciándole su entrada, tanteando y haciendo presión aun sobre la tela del bóxer, que no había sido retirado.

se sentía débil siendo controlado, cediéndole el timón. en la oscuridad, entre el humo de los cigarros y las luces coloridas, brillaba el pardo oscuro en los ojos de jeno, y un atisbo de miedo, humillación y deseo en las farolas miel de renjun.

miedo a la humillación, debido a que tenía a todos tan cerca, a que si hacía un movimiento en falso podía perder la popularidad que había construido a base de años de imponerse a los demás. demostrando que su cuerpo menudo no era nada comparado con su enorme personalidad y viveza.

pero había esperado tanto este momento, donde jeno explotase y cayera sobre él con la fuerza de mil rayos. haciéndole lo que quisiese, que cualquier cosa valdría la pena.

las manos de jeno se separaron de él, el rizado tomó la mano de renjun y la guió hasta sus labios, adentrando tres de sus dedos a la humedad de su boca, deslizando su lengua entre ellos con una habilidad enloquecedora.

mordisqueando en las puntas y chupando hasta sus nudillos. cuando se separó, tomó la mano más pequeña entre las suyas y la llevó a la parte trasera de renjun, quien cuál muñeco se dejaba hacer.

―muéstrame cuanto lo quieres renjun, sino lo haré yo mismo. fuiste tan malo que ni preparación debería de darte ―le susurro al oído, mordisqueando su oreja. ―ser el cretino que comentan que es el nerd de lee jeno. lamentablemente, no soy así, pero si no quieres que intente serlo hazlo rápido, vamos huang.

el ojimiel jadeó para luego llevar tímidamente sus dedos júmedos hasta su entrada, ingresando uno lentamente, siseando ante la intrusión casi indolora. sus ojos entrecerrados fueron hasta jeno, quien gemía suave mientras abría su cremallera y sacaba su polla de entre sus jeans.

le sorprendía que nadie se de cuenta de lo que allí ocurría, pero con el cuerpo enorme de jeno tapando su delantera, su camisa caída evitando la vista de su trasero y la oscuridad que los cubría. era muy difícil que alguien los notara en pleno acto.

miró otra vez al frente y se encontró con jeno dándole lentas pasadas a su polla, lubricándola al parecer, y con ya un condón sobre ella. lo miraba fijo a los ojos deleitándose, deseando que el de cabellos lacios lo viera.

a renjun la vista lo excitó aún más, y cuando el rizado alzó sus cejas indicando que siga adelante con lo que le había encargado, él ingresó dos dedos más a su apretada entrada, los cuales fueron recibidos gustosamente con un gemido suprimido por sus labios sellados en una línea recta.

se movía con cuidado, intentando no rozar demasiado su próstata, sin estimularse del todo. le dolía la polla que aún lucía aprisionada contra el elástico de sus bóxer holgados.

intento tomarla con su mano libre y darle la atención que merecía, cuando recibió una palmada sobre esta, quitando su mano automáticamente y apoyándola detrás suyo en busca de estabilidad.

―¿qué creías huang? ―le preguntó jeno volviendo a pegarse a él, su miembro bien dotado daba pequeños golpes contra la polla erecta de renjun, dándole el estímulo que necesitaba allí. ―querías que te folle, y lo haré, pero con mis reglas ―enrolló un mechón de sus cabellos lisos entre sus dedos, rizándolo y soltándolo para luego acomodarlo tras su oreja. ―y creo no haberte dado órdenes de tocarte.

siguió con ese suave vaivén contra la polla de renjun, quien asentía sin parar, con movimientos cortos. intentando acallar sus gemidos.

―¿sabes que es lo caliente de todo esto? ―le susurró con la frente apoyada sobre la suya, sus labios a milímetros de distancia, jeno dejándole un pequeño beso al más bajo, quien dejó sus labios abiertos en la espera de más. ―que en cualquier momento alguien puede voltear y verte con tus dedos apretados dentro de tu entrada, ver cómo estás intentando parar tus jadeos, intentando no ser un chiquillo ruidoso. y ver la pequeña zorra que eres, pudiendo haberte ido hace rato, sin embargo, te quedas aquí dispuesto a que te use, en frente de todos, donde todos podrían ver como te desarmas por mi polla.

renjun gimió alto ante eso, la mano dentro de sus bóxer siendo retirada luego de que jeno murmurase un "creo que ya estás listo, después de haberte follado a todos esos tipos de manchester no creo que necesites mucha preparación".

y sí, jeno no se había quedado atrás con sus investigaciones, sabiendo de fuentes verídicas que el pequeño curvilíneo había estado viajando de manera frecuente al campus de la universidad de busan, donde se comentaba que estaba viéndose con alguien.

ST★RFUCKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora