Yin Pei y Wei Wuxian se observaron con de desconfianza: el subordinado de la secta WeiLan no entendía el encargo de su jefe de que destinara a ese recién llegado el mejor dormitorio de invitados de la residencia, y que lo proveyera de todo lo que necesitara, incluída ropa y cuidados para ese asqueroso burro que había alterado la paz de la secta con sus rebuznos; Wei Wuxian no entendía por qué ese muchacho era tan cercano a Lan Zhan.
-¿Desde cuándo estás en esta secta, Yin Pei? -le preguntó, mientras recorría su nuevo dormitorio, tocando con cuidado los finos adornos y las bellas flores que lo adornaban.
-Desde siempre. Yo ayudé a fundarla -le respondió el hombre, orgulloso.
-Ya veo... -dijo Wuxian, con ironía-. O sea que eres amigo de Lan Zhan.
-¿Y tú quién eres para tratarlo con tanta familiaridad? -replicó Yin Pei, molesto-. ¿Por qué lo llamas así?
-Porque yo se lo permito. -El tono severo del líder de WeiLan sorprendió al ayudante-. Wei Ying es un invitado muy especial de la secta. Se va a quedar aquí todo el tiempo que quiera, y espero que lo trates bien.
-Sí, Lan WangJi... -A pesar de la solemne reverencia hacia su líder, Yin Pei le lanzó una iracunda mirada a Wuxian y resopló, molesto, antes de salir.
-¿Todo está bien, Wei Ying? ¿Hay algo que necesites? -le preguntó Lan Zhan-. No quiero que te falte nada...
Wuxian solo deseaba que él no se fuera:
-Podemos sentarnos y conversar un rato, si quieres. Ya está todo dispuesto para tomar el té. ¿Quieres acompañarme?
Lan WangJi bajó la mirada para ocultar una ligera sonrisa: jamás había visto a Wei Ying tomar una taza de té.
-Puedo acompañarte, pero no voy a obligarte a beber algo que no te gusta. -Su hanfu negro tenía unas mangas largas y anchas que no dejaban ver sus manos. Cuando extendió una de ellas hacia él, el muchacho se dio cuenta de que llevaba un par de jarras de vino, iguales a las que había bebido en la posada de la ciudad.
-¡Lan Zhan! -Asombrado, Wuxian se acercó a él-. ¡No te olvidaste...!
-No lo hice. Te debía ésto desde que rompí tu jarra de Sonrisa del Emperador...
Wuxian sonrió al recordar la pelea que habían tenido cuando se conocieron, en la que el rígido Lan WangJi había roto la jarra de vino que él había entrado a escondidas a Descanso en las Nubes:
-¡Es excelente, Lan Zhan! -Después le hizo una alegre seña para invitarlo a sentarse con él.
***
-Yin Pei, ¿has visto a mi padre? -Lan SiZhui necesitaba consultar al líder sobre algunos asuntos de la secta, pero hacía rato que lo buscaba y no podía encontrarlo.
-Sí, está en la habitación de su invitado -le respondió el ayudante, al que aún no se le había ido el enojo-. Hace horas que está allí, y hasta me mandó a la ciudad a comprar unas jarras de vino para él.
-¿Vino? ¿Aquí, en WeiLan? ¡No puede ser!
-¡Pues así es! ¡Como lo escuchas...! Tu padre le destinó el mejor dormitorio de invitados, y me ordenó que aparte del vino le comprara todo lo que me pidiera. Y me mandó a cuidar a ese estúpido burro...
Lan SiZhui se rió con ganas:
-¡Pero el burro es muy lindo...! Aparte lo pusimos en el campo con los conejos de papá, y se quedó muy contento entre ellos.
-¡¿Con los conejos de tu padre?! -El asistente se espantó-. ¡¿Están locos?! ¿Y si se los come?
-Pero, ¡qué dices! -le respondió el chico, mientras seguía riendo-. ¿Dónde viste a un burro que coma carne?
En el rincón más oscuro del patio, escondido, Wen Ning observaba a SiZhui, hasta que sintió un leve ruido detrás de él.
-¡Lan WangJi!
-¿Por qué vigilas a mi hijo?
-¡No, no no... yo no...! -tartamudeó el General Fantasma.
-Habla de una vez, Wen Ning. Dime la verdad.
-Es que... SiZhui es igual a mi primo...
Lan WangJi suspiró:
-Ven conmigo. Debemos hablar.
***
-¡A Yuan...!
-Sí, es él. Cuando fui a los Túmulos Funerarios a buscar a Wei Ying, lo encontré muy enfermo por todo el humo que había respirado. Perdió la memoria debido a la fiebre, y por eso no tiene idea de que es un Wen. Lo único que sabe es que sus padres están muertos.
-¿Y se lo dijiste a Wei Wuxian?
-No. -Ante la mirada llena de confusión del General Fantasma, WangJi se explicó-: Le oculté a SiZhui su verdadero origen para que no sufriera. Aún no sé cómo se lo voy a explicar, y tengo miedo de que si se acerca mucho a Wei Ying, su memoria regrese. Por eso prefiero que ninguno de los dos lo sepa, por ahora.
-¡Pero, Lan WangJi...! -se quejó Wen Ning-. Wei Wuxian sufrió mucho cuando se enteró del destino de A Yuan. ¡Él también lo quería como a un hijo...!
-Lo sé, pero en este momento lo que más me interesa es la seguridad de SiZhui -respondió Lan Zhan, con firmeza.
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Negro sobre blanco
FanficTraicionado por su secta, que dejó morir a su alma gemela, Lan WangJi va a tomar una decisión que cambiará su vida y que arrastrará al mundo de la cultivación a un nuevo destino. Novela registrada. Prohibido traducir adaptar o resubir sin el consent...