Abuso (One-shot)

ABUSO

- Paula_hablé en voz algo alta para llamar la atención de la chica de mis sueños, ella volteó a mirarme con sus bellos ojos marrones_¿quieres ser mi novia?_le pregunté cerrando los ojos y agachando la cabeza para ocultar mis mejillas sonrojadas.

- Gabriel..._una mirada de desconcierto pintada en su hermoso rostro provocó que el pánico me inundara._Yo..._intentó continuar, pero no parecía saber el modo de hacerlo.

- Lo entiendo, está bien, no tienes que ser mi novia si no quieres._me apresuré a decir para no comprometerla, ni hacerla sentir culpable por rechazarme, cosa que ya me estaba figurando por su reacción.

- No, no es eso, al contrario, ¡estoy tan feliz que no que decir!_argumentó con genuina felicidad, y digo genuina porque yo reconozco cuando su felicidad es falsa y cuando es verdadera.

- ¿Qué tal si dices que sí?_sonreí mientras ella reía.

- Está bien._Paula guardó silencio un corto periodo de tiempo en el cual mis nervios estaban a flor de piel hasta que finalmente pareció decidirse a terminar su silenciosa tortura._Sí.

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- Pau, ¿estás lista?_le cuestioné algo impacientemente a mi señorita enamorada detrás de la puerta de su habitación.

- Ya salgo._me contestó del otro lado de la puerta.

No pasó demasiado tiempo para que ella saliera con un vestido rojo brillante que contrastaba exquisitamente con su pálida piel.

- ¿Qué opinas?, ¿te gusta?, ¿me veo sexy jajajaja?_me interrogó riéndose.

- Te ves preciosa._le respondí con sinceridad, pues era cierto, lucía tan hermosa con ese traje que un miedo inexplicable porque alguien la viera vestida así comenzó a carcomerme por dentro_Pero, ¿sabes algo?, creo...

- No, no sé nada._respondió divertida.

- Jajaja._me reí falsamente, pues no poseía ganas para hacerlo sinceramente._en fin, como te decía, creo que no deberías ir con eso a la fiesta._al ver su cara desorientada, añadí_Es demasiado provocativo.

- Pero me gusta este vestido._replicó con un tono y rostro de enfado que no podía soportar.

Mierda, pensé, ya la cagué. No quería en absoluto sonar controlador, obviamente no conseguí mi cometido.

- No me malentiendas princesa_dije recordando como ella quería que la llamara con un apelativo cariñoso_quiero reservar el vestido para algo...especial._mencioné en un susurro a la par que introducía mi mano por debajo de la corta falda y me abría paso entre sus jugosas piernas.

- En ese caso, olvidemos la fiesta y..._no la deje terminar, pues amortigüé su voz al igual que sus gemidos con un apasionado beso.

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- Hija, tienes suerte de que un chico como Gabriel se haya fijado en ti._aseguró la madre de Paula un buen día en el que fuimos a su casa.

- Si, así que no lo arruines._bromeó su padre.

- Claro que no._sonrió mirándome, adoro su sonrisa y me alegra verla después de nuestra discusión de camino en la cual me negaba rotundamente a que hablara de su actual ateísmo, pues ello interfería en mis planes de casarnos en un futuro.

- Cambiando de tema_renaudó la conversación la señora Diana_, espero que luego de que termines tu carrera de abogada tú y tu lindo novio se casen, ya llevan comprometidos mucho tiempo y quiero poder ver a mi única hija casarse de blanco por la ley de Dios.