prólogo

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New York , EU.

Un chico de veintidós años, de piel blanca, cabello rizado de color verde al igual que sus ojos _ iba llegando al departamento en el que residía, llegaba algo estropeado, puesto que hoy había trabajado horas extras.

soltando un leve quejido , procede abrir la puerta y al entrar encuentra a su madre sentada o mejor dicho dormida en el sofá, mira la hora en su celular y un leve suspiro se escapa de su boca al darse cuenta de la hora que es .

- 11:30AM - dice mentalmente , para luego cerrar la puerta con seguro y caminar hacia su madre.

con cuidado comienza a moverle el hombre en un intento de quererla despertar.

- mamá - la llama suavemente , pero nada - Mamá- vuelve a llamarla , pero está vez eleva un poco su tono voz , para ver si así despierta y al parecer funcionó . Inko abrió sus ojos, los mismos ojos que el menor había heredado.

- ¡ Oh , Izuku ! - exclamo al mirar a su hijo, que estaba hincado frente a ella -  Te estaba esperando pero terminé durmiendome,lamento haberlo hecho - se disculpó

- tranquila madre no tiene nada que lamentar, usted también se cansa; por está razón vamos hacia su habitación donde podrá descansar -

- pero cariño , sabes que no puedo estar tranquila si no llegas temprano a casa -

- perdón, hoy olvidé decir que trabajaría horas extras -

- descuida -

- por cierto, ¿ ya cenó ? -

- si , ahora mismo te caliento la cena -

- no mamá - la detiene- yo puedo hacerlo -

- pero -

- nada de peros, mejor usted vaya a descansar que es tarde, además a esta hora espantan -

sonriendo- está bien, cómo tú digas , tú cena está dentro del microondas -

- claro, descansa mamá -

dándole un beso en la mejilla el menor, Inko se retira a descansar, mientras Izuku se dirige hacia la cocina para calentar su cenar.

dándole un beso en la mejilla el menor, Inko se retira a descansar, mientras Izuku se dirige hacia la cocina para calentar su cenar

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Musutafu, Japón.

Una mujer de aproximadamente cuarenta
años , pero que por alguna razón aparentaba menos _ está llamando insistentemente a su hijo por teléfono, pero por quinta vez es enviada a buzón de voz.

- para que demonios tienen celular maldito mocoso, si no piensan contestar las llamadas - dice la mayor completamente molesta, mientras vuelve a llamar.

- ¿ Qué ? -  contestó una voz masculina,

- Katsuki ¿ En dónde rayos estás ?,se supone que hace media hora ya deberías estar en la empresa ,¿ O acaso se te olvidó la junta que teníamos con los inversionistas ? -

- Tsk - fue la única respuesta que recibió de su hijo, antes de que colgará.

La mayor, algo molesta caminó hasta estar frente a la puerta del salón de juntas ; dónde dentro lo esperaba los inversionistas  para la firma de unos documentos , documentos que su hijo tenía que firmar y que por mala suerte no llegaba . Al abrir la puerta intento parecer amable, pero su rostro  no ayudaba.

- Disculpen a mi hijo,es que tiene un inconveniente con el tráfico, pero pronto estará con nosotros -

- Está bien, señora Bakugo cómo usted diga-

Acabo de media hora entro Katsuki _ un joven de piel blanca , cabello rubio y ojos de color rojo como la sangre _ verdaderamente el chico era hermoso , apesar de lucir gruñón - el joven portaba un traje de color negro con camisa blanca, algo simple pero elegante.

- lamento la tardanza - habló seriamente, mientras tomaba asiento.

- tranquilo, lo importante es que ya estás aquí - habiendo dicho esto, comenzó la reunión y firmas de documentos.

Luego de que la junta terminará y los inversionistas se marcharán (Mitsuki cómo se llama la madre de Katsuki) se acercó hacia su hijo.

- y bien ¿A qué se debe tú enorme retraso?-

- se presentaron algunos problemas personales - y sin más salió del salón, el no tiene que dar explicaciones sobre su vida personal y menos a la bruja.

  la verdad es que Katsuki,había llegado tardé porque se había quedado en la casa de una amiga, bueno... la verdad ellos eran compañeros sexuales , nada más. Porque mantener una relación amorosa, no está en sus planes .

en fin;  habiendo cumplido con su trabajo, ya podía irse a casa y poder dormir .

en fin;  habiendo cumplido con su trabajo, ya podía irse a casa y poder dormir

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