Capítulo 15.-¿Acaso es un castigo?-

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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente.

-¿Crees que ella algún día te aceptará, Alicent?-Vuelve a Hablar Otto.

-no entiendo a qué te refieres.-

-¿Crees que no veo como la ves? La ves como hace tantos años lo hacia yo, y te entiendo. Alyrya es inteligente, culta, guerrera, pero no es para nosotros, hija.-

-Entonces tu odio es porque no pudiste tenerla, y pretendias que la odiara igual. Eres increíble.-Suspira la Reina.

-Tu desviación siempre nos ha traído problemas. Primero fue Rhaenyra y ahora Alyrya. ¿Quién será la próxima, Alicent?-

-¿Crees que no he tratado de recuperarme? ¿Crees que me gusta ser así? Le he rezado a los siete porque me compongan. Deseo con el alma. Pero evidentemente ninguno me oye. Ahora entiendo porque intentabas que Viserys la alejara, porque intentaste envenenarla a ella y a su bebé. Estabas celoso de que Daemon haya tenido oportunidad, por eso, me hiciste creer que el bebé era de Aelor. Eres en serio siniestro, Padre.-

-Si en verdad amaras a Aelor no estarías ahora tratando de defender a Alyrya. ¿Quién es el siniestro? ¿yo o tú, que te enamoraste de tu enemiga?-

-No estoy enamorada de ella. De todas formas nunca se fijaría en ti.-Ataca.

-Tampoco en ti, hija mía. Si Rhaenyra no lo hizo ¿por qué Alyrya sí?-Finaliza con una sonrisa para abandonar la habitación.

Alyrya camina por los pasillos que ahora habían empezado a llenarse, buscando como salir con Atticus para avisarle a Rhaenyra pero tendría que asesinar a muchos guardias y en verdad ellos no tenían la culpa. Sólo siguen las ordenes de Alicent. Prefiere salir en caballo a buscar a sir Christopher y que él pueda avisarle a Rhaenyra, eso sería mejor.

-¿Princesa?-Uno de los ayudantes en los establos la mira, con algo de temor.-¿Qué hace aquí?-

-Por favor, necesito un caballo. Juro que nunca te vi si me ayudas.-

-Tome a Tormenta, es la más rápida de las hembras. Yo nunca la vi por aquí.-Exclama antes de correr lejos de ella.

La mano le había advertido que si ayudaban de cualquier manera a la princesa, sería colgado junto a los que no quisieron jurar lealtad a Aegon, estimaba a Alyrya por su tiempo de sirvienta. Ella era buena persona, pero no arriesgaría su cabeza al quedarse cerca de la mujer. Alyrya da un suspiro observando que el patio estaba casi vacio, ya que la mayoría estaba en el interior, por lo que sube rápidamente al caballo, y dandole una nalgada con suavidad, el mismo empieza a caminar, sir Harrold que se encontraba en la puerta, al verla correr hacia la misma, grita que la abran.

Alyrya pasa por su lado, dándole una mirada antes de pasar por su lado a toda velocidad.

-¡Ustedes no la vieron salir! ¿Entienden?-Grita el sir.

La bastarda roja ||Versión Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora