CAPITULO 35

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NO EDITADO

232.01.20

Hayleen corría y corría llamando a Thomas, pero las paredes del laberinto parecían todas iguales y el camino resultaba interminable. Sentía que él estaba en alguna parte, pero mientras más avanzaba mayor era la distancia que los separaba. Estaba tan desesperada por encontrarlo que siguió corriendo, luchando por ignorar la angustia que intentaba arrastrarla hacia el suelo.

De repente giró en una de las encrucijadas y lo vio a lo lejos. Lo normal hubiese sido que se sintiese aliviada de finalmente haberlo encontrado, pero Lyn solo podía sentir la angustia desgarradora y el miedo abrumándola. Thomas la vio, ella lo sabía, pero eso solo la hizo darse la vuelta y correr hacia la dirección contraria como si su vida dependiese de ello. Hayleen seguía sin poder entender hacía dónde se dirigía, atrapada en el laberinto, pero sabía que no podía dejar de correr si quería evitar que el monstruo la atrapase.

Saltó en la cama sintiéndose todavía perseguida, pero unas manos la empujaron hacia abajo, tratando de calmarla. Sabía que era una de sus almas gemelas por como se sentían sus manos sobre ella y no era ninguna sorpresa, teniendo en cuenta que ya se había convertido en costumbre que Newt o Minho apareciesen para salvarla de sus pesadillas.

-Ya estoy bien, Newt -le aseguró, aunque su alma gemela nunca parecía creerle-. Gracias -le susurró mientras volvía a acomodarse en la cama como señal de que debía dejarla sola.

No mucho después de eso Seth se despertó y Hayleen hizo lo mismo que cada mañana. El tener una rutina ya establecida hablaba mucho de lo bien que se había acomodado a la vida en el Área en tan poco tiempo. Por supuesto también tenía que ver lo mucho que sentía que necesitaba mantenerse ocupada para no caer en la tentación constante que representaban sus almas gemelas y para no dejarse atormentar por los pensamientos y sentimientos recurrentes que generaba Thomas en ella. Era más fácil entretenerse con otras cosas para mantenerlo fuera de su cabeza ahora que no estaba encerrada en un lugar lleno de recuerdos para atormentarla, pero al mismo tiempo era infinitamente más difícil teniendo en cuenta que él estaba aquí para torturarla con su presencia. Era sencillo aferrarse a su ira cuando no podía encontrar mas distracciones para evitar pensar en lo sucedido y en la parte de ella que ya no estaba, pero sabía que un segundo de descuido podía ser suficiente para que esa ira se convirtiese en el dolor asfixiantes que se escondía debajo. Lyn no quería volver a sufrir por él ni pensar en esa parte de ella que extrañaba tanto su mano aferrándola posesivamente como los pequeños momentos hablando sobre ciencia en el laboratorio o esos instantes de sinceridad cruda en la privacidad de su cama cuando se contaban sus secretos sin siquiera la ropa como testigo; por supuesto, ella no se admitiría a si misma nada de eso, pero no había duda de que lo extrañaba incluso mas de lo que le dolía lo sucedido, y la aterrorizaba tanto el maremoto que eran sus sentimientos que se aferraba a las distracciones como si se tratasen de un salvavidas todopoderoso.

Después de desayunar llevó a su hijo a jugar en el pasto cerca de unos arboles para tener espacio y no molestar a los demás con sus tareas diarias. Su pequeño principito corría riéndose mientras ella lo perseguía para hacerle cosquillas; lo vio caerse y levantarse como si nada, feliz de poder correr libremente.

Lyn levantó la vista hacia el cielo y cerró los ojos sintiendo el sol en los ojos. Era increíble poder darle a su hijo, aunque sea por un tiempo, esta libertad aparente. Ella se había criado encerrada, como todos los demás Habitantes que nunca habían salido de las fortalezas fuertemente protegidas que se habían convertido en sus hogares, y quería disfrutar al máximo la belleza de ese lugar para recordarlo una vez que escapase y regresase con su madre. Por supuesto que Hayleen era muy consciente de que nada era totalmente real en el experimento y que no era el sol real sobre sus cabezas, pero se sentía tan real que a veces se permitía unos momentos de paz sintiendo el falso sol sobre su rostro.

Destiny | Gally ~ Newt ~ Minho ~ ThomasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora