Después de desayunar la linda pareja se encontraba recostada en el sillón, el ruso ligeramente sentado teniendo recostado a su pareja en su pecho, quien soltaba un suave ronroneo por las caricias que le estaba dando sobre la tela de una de sus camisas, sabía que el menor en esos momentos prefería mil veces aquella vestimenta a la que siempre usaba, ya más adelante le diría que las usara para dormir, pues vaya que se veía de las mil maravillas con sus prendas puestas.
Por otro lado el japonés se concentraba en las caricias que le daban, intentando olvidar el mal sabor que le provoco la beta que había venido a dejar el desayuno, la muy descarada se le insinuaba a su alfa como si él no existiera, como si no notara las varias mordidas y marcas que le había hecho en el cuello del mayor, esta solo intentaba lanzarse sobre su pareja, estuvo a punto de cerrarle de golpe la puerta en la nariz, pero lamentablemente no lo logró ya que su pareja había agradecido por lo que había pedido antes de cerrar la puerta.
El solo recordar aquello le hacia fruncir un poco el ceño, abrazando el torso desnudo de su alfa, oliendo aquel aroma que tanto le gustaba.
El ruso solo mostraba una pequeña sonrisa al ver las acciones del menor, había notado aquella mirada con la repartidora, algo que le pareció bastante tierno, el ver a su pequeño zorrito marcando territorio, aunque aquello no debía de preocuparle, él le pertenecía por completo al menor como este le pertenecía a él, aunque claro el que intentara ver a su linda pareja con aquellos ojos o intentar tocarlo aunque fuera uno de sus finos y suaves cabellos conocerían el lado oscuro que le ocultaba al omega.
Ambos se encontraban bastante cómodos en aquella posición, sintiéndose y dándose mimos, el can se encontraba tranquilamente durmiendo en su camita tras terminar de comer.
Ninguno de los dos quería alejarse del otro, se sentían tan bien que no era una opción alejarse aunque sea por unos centímetros, además por la situación era peor, el instinto de cada uno gritaba para estar con la persona que era su pareja y poder sentir su aroma para tranquilizarse , aunque claro no todo podía ser felicidad, pues el sonido de cierto celular rompió aquel momento.
—Ignóralo—pensaba el ruso concentrándose en su pareja esperando que la persona que le estuviera llamando se cansara, sabía que no era ninguno de los de su organización, pues estos eran lo suficiente inteligentes para saber que no debían interrumpir su momento a solas con su pareja, por lo que lo que quedaba era que era algún valiente o muy estúpido y suicida el que lo llamaba.
—Será mejor que contestes, puede que sea importante—mencionó el peli rubio al escuchar como su celular seguía sonando sin ningún signo de parar.
Sin querer se alejó de su alfa para que este pudiera contestar.
El ruso al ver aquella acción de su pareja sin ganas y ocultando su ahora mal genio se colocó de pie para ir en busca de su celular, si el ruso no hubiera estado de espalda en el momento en que tomo su teléfono y vio quien lo llamaba, el japonés hubiera visto una sonrisa que prometía una tortura por haberlo molestado justo en ese momento.
—Naruto, vengo enseguida, tengo que tener una linda charla con uno de mis clientes.—Dijo con una linda sonrisa, viendo como el menor asentía antes de dirigirse a su despacho para poder hablar tranquilo con la tonta persona que se había atrevido a interrumpirlo.
El omega se recostó nuevamente en el sillón sintiendo el aroma del alfa en este, aun su celo no desaparecía del todo, por lo que sabía lo que pasaría durante unas horas o lo que le quedaba de su celo.
Llevo una de sus manos a su pancita dando un ligero rose pensando en que posiblemente, después de su celo quedaría en cinta, no, mejor dicho era definitivo que después de ello dentro suyo crecería un cachorrito, pues si lo pensaba era prácticamente imposible que no quedara en cinta tras lo que habían hecho y lo que harían en su celo, con solo pensar en ello y recordar aquellas poses y en donde lo habían hecho un fuerte sonrojo ataco sus mejillas.
Sus pensamientos no duraron mucho ya que escucho como tocaban el timbre, por lo que extrañado se colocó de pie y camino a paso lento pero seguro hacia la puerta en compañía de Susanoo, al abrir la puerta se encontró con un beta con un uniforme de repartidor.
—Por favor firme aquí.—Le indicó el varón comiéndose con la mirada al omega que tenía en frente.
—Aquí tiene.—Dijo el omega firmando el documento que indicaba que había recibido el paquete en cuestión.
El beta dio un paso hacia adelante para poder estar más cerca del pequeño omega, pero un gruñido amenazante lo detuvo de inmediato, viendo como un perro que a simple vista se veía bastante tierno estaba a punto de lanzarse a atacarlo, de igual forma no pudo hacer mucho ya que después de un gracias, el omega había cerrado la puerta del lugar.
—¿Qué será?—Murmuraba viendo la bolsa de color negro bastante elegante con una palabra escrita en cursiva y de color dorado, Eros era lo que decía, palabra que al recordar vagamente su significado, no pudo evitar mirar en su interior confirmando su sospecha, al parecer su querido alfa quería jugar, bueno el jugaría y cumpliría las fantasías de su pareja, por ello con la bolsa en mano, se dirigió a la cocina, ya que si no mal recordaba, había visto en uno de los muebles una lata de crema batida.
Continuará...
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𝒫𝒶𝓇𝑒𝒿𝒶 𝒹𝑒 𝓊𝓃 𝑀𝒶𝒻𝒾𝑜𝓈𝑜 ✻ 𝒮𝒶𝓈𝓊𝓃𝒶𝓇𝓊
FanfictionNaruto solo quería vivir una vida tranquila, tal vez conocer un buen alfa y poder formar una familia a su lado. Lo que no se esperaba, es que sería secuestrado y regalado a un alfa involucrado en la mafia, mucho menos se esperaba que este se convert...