CAPÍTULO 44: DESPEDIDA

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Había llegado finalmente el día en que varios de la comunidad se irían a desviar a la gran horda de caminantes que hallaron en el barranco.

– sigo pensando que la gente de aquí es débil. – soltó Carl.

– me da miedo que salgan alexandrinos a esto, bueno... todos, pero en especial los que han estado más tiempo, casi desde el principio... van a morir.

– Rosita les estuvo enseñando a manejar cuchillos, no van en ceros.

– ¿Rosita?

– es alguien del grupo.

– ¿cuántos nuevos hay?

– Abraham, Eugene, Rosita, Tara y Gabriel, son cinco.

– cuenta a Eli y a Morgan, son siete.

– según Ally, Eli las salvó del psiquiátrico.

– sí... él tenía las llaves, nos sacó de nuestras habitaciones.

– aún no le he agradecido. – sonreí. – no sé qué habría hecho sin mí hermana mayor.

– sé que podrías, pudiste en ese momento y ahora mismo puedes... ambos podemos con esa pérdida. – su sonrisa se desvaneció, se convirtió en una mueca triste. – es algo inevitable pero te conozco, eres lo bastante fuerte para soportarlo y seguir luchando, solecito. – lo abracé.

– la extraño.

– yo igual.

– ¿cuáles fueron sus últimas palabras?

– Carl...

– quiero saber. – miré hacia otro lado, evitando llorar.

– lo último que dijo fue "quiero estar con mamá". – sus ojos se llenaron de lágrimas, me lastima verlo así. – no pensé que lo quisiera tanto como para dejar que la gripe la venciera.

– al menos mamá ya no está sola. – dijo secándose las lágrimas antes de que cayeran. – hay que verle el lado bueno. – bajó Rick con Jude en brazos y Michonne detrás.

– ¿en serio crees que tiene un lado bueno?

– todo tiene un lado bueno. – respondió él.

– yo no le veo el lado bueno a perder a Harley y a mamá. – Rick carraspeó. – ya sabíamos que estabas ahí.

– ya nos vamos a ir, vengan a despedirse de todos. – salimos hasta llegar al portón, allí había varios autos y los que se encargarían de alejar a los caminantes.

– ten mucho cuidado, no quiero quedarme viuda tan pronto. – sonrió ladinamente. – te amo, no hagas estupideces.

– yo te amo más. – me besó y me abrazó, se sintió muy diferente a cualquier otro beso o abrazo que me haya dado antes.

– ni se te ocurra despedirte, Daryl Dixon.

– no lo hago, sólo... – se calló.

– todo va a estar bien aquí.

– lo sé. – me dio un beso casto y se subió a su moto, me acerqué a Sasha y me despedí de ella, hice lo mismo con Michonne, Eli, Morgan y Dim.

– aún no entiendo por qué te ofreciste a ir.

– quiero asegurarme que mi familia esté a salvo.

– sí, dejando a tu novia embarazada cuidando a dos niños.

– cuando lo dices así, suena terrible.

– porque lo es.

– Jessie la ayudará, sé que tú estarás con Carl cuidando a Judith, por eso no te lo pedí.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora