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Las personas suelen decir que no existen las conexiones, que no puede gustarte una persona apenas la vez.

Pues ese dia supe que se equivocaron.

Recuerdo que ese dia habia salida con los jovenes de una iglesia, la cual voy vestida de azul, ( ya que ese es el uniforme del grupo) sin imaginar que al llegar alguien se iba a robar la concentraccion de mi mente.

Allí, a lo lejos detallaba a un chico que nunca habia visto en mi vida.

Lo primero que pense fue:

¿Quien es el?

Sabia perfectamente que no podia preguntarle a mis acompañante porque despues bromearian con eso.

Asi de insoportables son mis primos.

Cuando nos fuimos acercando, pude verlo mas de cerca, un chico de piel morena,  algo delgado, usaba lentes casi redondos,  pero lo me llamo mas la atencion fue su cabello.

Era atractivo.

Solo pude acercarme a saludar a las personas dando mi mano, teniendo buena escusa para saludarlo tambien.

Media hora despues al  llegar al lugar de la actividad, no habia mas puestod al lado de mi prima Gabriela, solo habia uno y era al lado del chico.

AAAAA NO

AAAAA Si, sale chica que si quieres.

Bueno, si queria ¿pero si cometia una estupides? ¿O algo vergonzoso? Lo mas probable es que si pero...

—¿Que esperas para sentarte?— Mis debates mentales fueron interrumpidos por Gabriela.

—eh... ¿donde me siento?

—pues allí— señala justo la silla al lado de el.

Ok, no proteste, pero si me senti nerviosa y cuando me dan nervios tiendo a beber mucha agua; Así que minutos despues estaba frente al filtro de agua tragando como si ubiera pasado 7 dias sin beber agua.

Y si, confirmo estaba nerviosa.

Mucho diria yo.

La verdad querido chico que se que esta leyendo esto; ese dia a pesar de que llamaste mi atencion con esa aura odiosa y seria, de pocas palabras, no quise hacerme ninguna ilusión antes de saber mas de ti.

Así que esa misma noche me dispuse a buscar información por medios algo riesgosos.

—Es hijo de Valerio, el que se fue para Brasil hace tiempo.— Responde Gabriela encojiendo los hombros.

—No sabia que el tenia un hijo ya grandecito.— Respondi como si no le daba mucha importancia al tema.

Cuando obviamente era todo lo contrario.

Paso el tiempo, una semana – creo.

Otra actividad en la que teniamos que salir.

Esa noche,  camino  de regreso en una camioneta; me toco sentarme nuevamente a su lado.

Recuerdo que otra vez no habia puestos, ya estabas sentado y yo recien habia llegado a subirme a la camioneta.

Me vistes indiferente y abriste tu boca para decir:

—Sientate aquí— lo decias de una forma tan seca que me hisiste pensar que te caia mal o algo por el estilo.  Procediste a levantarte y sederme tu puesto.

Al final alguien se levanto y quedo otro puesto libre a mi lado. Puesto que fue ocupado por tí.

Casi todo el camino estuvistes en silencío. Hasta que hablaron sobre los grupos de canto.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2022 ⏰

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De Mi, Para tí: (La Respuesta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora