En cuanto vio al ojiverde darle la espalda y abandonarla en su habitación, sintió un enorme dolor en el pecho, desconocía si el también lo había sentido, pero el impacto fue demasiado para que su magia pudiera controlarlo, así que en cuanto se sintió mareada se apoyo en el marco de la puerta y dejo descender su cuerpo hasta estar sentada en el suelo.
En realidad no supo en que momento perdió el conocimiento, lo que si supo es que despertó en la habitación de Kori, junto a un Dick Grayson dormido en el sofá de la habitación. La chica frunció el seño, se sentó para tratar de ponerse de pie pero al intentarlo, la intravenosa que no había notado que tenía se arranco bruscamente de su mano haciendo que soltara un ligero quejido y cayera de nuevo sentada en la cama, esto, despertó al vigilante.
- Rachel - Exclamó el pelinegro poniéndose de pie y acercándose a ella para examinar su mano, la cual había empezado a sangrar - Debí quedarme dormido, lo siento mucho. Déjame ver.
La hechicera, un poco mareada asintió y dejo que Dick curara su herida hasta que sin darse cuenta había comenzado a llorar, cosa que alerto al pelinegro quien en todos sus años de conocer a la chica nunca la había visto llorar.
- ¿Te duele mucho? - Le pregunto examinando su mano a lo que la hechicera negó pero luego asintió poniendo su mano sana en su corazón, gesto que Dick entendió soltando un suspiro y observándola enternecidamente.
- ¿Quieres hablar de ello?
Y así fue como la hechicera se desahogo de cada cosa que había pasado desde que había curado a Damian Wayne, su conexión, sus sentimientos, lo que pasó con Terra, para finalmente terminar en las palabras que le habían golpeado el corazón. Tras desahogarse, el chico se dedicó a mirarla, para Dick, Rachel siempre había sido una hermana pequeña, pero ahora sentía amor paternal hacía ella. Era una niña después de todo, ni siquiera había alcanzado los dieciocho años y había pasado por demasiadas cosas, el no podía revivir a Terra, hacer cambiar a su hermano o controlar las emociones de la hechicera, pero podía darle el respiro que ella necesitaba.
Si ella aceptaba su propuesta, esa misma noche dejarían la torre. Ella acepto.
Las siguientes horas, aunque era de madrugada, Dick se dedicó a hacer llamadas, mientras que Raven iba a las habitaciones de sus compañeros, inició con Garfield.
Ella sabía que tras lo de Terra su amigo se sentía culpable, pero la culpa era suya, por lo que quería quitar esa carga de su amigo. Un par de toques después, el chico de piel verde abrió la puerta, tenía el cabello despeinado y las luces de la habitación estaban apagadas, señal de que estaba dormido.
- Hola Gar - Lo saludó - Lamento despertarte ¿Tienes un minuto?
El chico asintió y dándole acceso a la chica a su habitación comenzaron a hablar, la hechicera sabía que si orientaba la conversación a que era su culpa y no de el, el chico de piel verde no se desharía de esa carga, así que procedió a limitarse para hacerle entender que no era su culpa el haber amado a Terra, le contó sobre lo que vio durante las pesadillas de la rubia y por que no había dicho nada, se sentía culpable, pero trato de no hacerlo ver muy obvio, no le conto nada acerca de Damian, pero si le adelantó al chico que se iría con Dick por un tiempo a lo que el estuvo de acuerdo, el también se iría en la mañana.
La hechicera se despidió del chico verde siendo consciente por primera vez en mucho tiempo del afecto que le tenía, era como su hermano, se abrazaron y dijeron unas cuantas palabras de agradecimiento, pero cuando la hechicera atravesó el umbral, algo que había lanzado chico bestia cayó sobre ella obstruyendo su vista.
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Una Chica Normal | Historia Corta
Fiksi PenggemarLa mayoría de los titanes fueron afectados emocionalmente por Terra y cada uno de diferente manera, debido a esto, se sugirió que los chicos tomaran caminos distintos temporalmente mientras se recuperaban del impacto de la pérdida. Jaime volvió una...