El diario | •Rollo | 🔞 | Fin.

2.1K 114 109
                                    

Rollo

- Ya es hora de que partamos para mañana a la mañana. Muchas gracias Flamm, por tanta comodidad. - Malleus me miró con una sonrisa bromista.

Yo hice ojos en blanco y me fui a despedirme de los demás y agradecer su estancia.

Mañana a la mañana no estaría para despedirme de ellos porque me siento incapaz de hacerlo luego de todo lo sucedido, así que dejé que algún vicelíder lo haga por mí.

Me despedí uno por uno pero faltaba alguien en especial, Yuu.

De alguna forma los dos nos hemos estado ignorando desde lo que sucedió en campanario, pues fue un buen truco ya que mañana no me verá más porque se deberá ir.

...

Empecé a hacer otros deberes pero siempre que levantaba la vista la veía a ella con el hada, esto casi parecía a propósito.

Cuando ya se hizo tarde y estaba anocheciendo, estaba por ir a mi habitación luego de terminar algunas cosas, pero ví como Yuu y Malleus subían al campanario.

Los seguí para advertirles que no era el horario adecuado pero paré cuando ví la cara de diversión de ella, me rendí y los dejé tranquilos.

Ya una vez que llegué a mi habitación, me puse una pijama cómoda y me acosté en la cama, tomé un libro pero no podía concentrarme lo suficiente para buscarle coherencia a las palabras que estaba leyendo.

Levanté la mirada y vi mi diario, me levanté y lo tomé.

- La mejor forma de olvidar es empezando de cero. - Murmuré pensando en mi hermano. - Cuando termine este año, me iré de esta escuela... Aunque no sé a dónde. -

Ojeé las páginas por última vez y noté una hoja caer, mis mejillas se encendieron cuando lo leí... Mierda, olvidé por completo que no lo tiré aún.

Rompí la hoja y la tiré a la basura, me quedé un rato mirando el cesto y esta vez, tiré el diario entero, me senté en una silla al lado y encendí una pequeña llama aún mirando mi diario.

Antes de hacerlo, antes de quemarlo, sentí tres toques en mi puerta. Apagué la llama sacudiendo mi mano y me levanté.

Me dirigí a la puerta y la abrí.

- Hey. - Una hermosa mujer me sonrió y mí corazón dió un salto. Estaba vestida con una pijama simple y el cabello suelto, un poco despeinado.

Pude notar que no llevaba sostén...

- ¿Qué haces? - Le pregunté alzando una ceja.

- ¡¿Oh?! ¡¿Es por la hora?! ¡Ya sé que son casi las 3 de la mañana pero no hemos hablado aún! - Dijo con los ojos grandes.

Quizás confundió mi rostro habitual con una cara enojada.

De todos modos, no pensé que se iba a comportar así de temerosa después de que casi intentamos hacerlo en el campanario y por un lado estoy feliz ya que ese lugar era muy sagrado para esas cosas.

- Ah, ¿De qué quieres hablar? - Intenté sonar lo más normal posible para no asustarla más.

- Bueno, era para despedirnos. - Sonrió. - Oh si, también para hablar sobre lo que pasó en el campanario. -

Historias cortas | Twisted Wonderland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora