JAIDEN ONE-SHOTS.

Fotos. 📸

Cinco días trás el episodio seis.

Para el influencer, el tomar fotos de cualquier cosa no sólo se había vuelto un hobby, también era su escape del mundo, si bien disfrutaba de las redes sociales, él mismo podía admitir que a veces alejarse de ese mundillo era lo más sano.

Y es que ver el mundo de diferentes ángulos le hacía sentir en control, él elegía qué fotografíar, la luz, el tema, si era a color o blanco y negro, la perspectiva, todo, era como poder capturar la vida a través de sus ojos y guardar tal instante para la eternidad en una visión única.

Llevaba consigo una Canon 5D Mark IV, esta se le había sido otorgada cómo parte de un sponsor que impulsó de sobremanera su carrera en las redes sociales. Debido a su alta calidad y a que en su vida juntaría el dinero necesario para comprar una por su cuenta, tal aparato se convirtió en su pertenencia favorita y no permitía que nadie la tocara.

Su trabajo no seguía una trama en específico, sólo retrataba lo que le parecía correcto en cuanto lo veía pero había una fijación que se estaba volviendo frecuente con cada día que pasaba. No era secreto para nadie en el campamento (a excepción del mismo e-boy) que James había desarrollado sentimientos muy fuertes por el de iris aqua, incluso, desde antes de ser puestos en el mismo equipo, el moreno ya tenía toda su atención puesta sobre él, en un inicio porque, en pocas palabras, el de baja estatura le parecía toda una alhaja desde ese estilo de vestir tan contemporáneo, tal figura suntuosa, pasando por su voz meliflua, hasta su acendrada piel de porcelana.

Pero a medida que entablaba una cercanía mayor con él, se daba cuenta de que el de hebras bicolor no sólo se trataba de una portada agraciada, el de pendientes de cruz tenia en su personalidad inefables características, su perspicacia y ácido sarcasmo le hacían ver como alguien distante a simple vista, pero al indagar más en ese falso orgullo se hallaba un alma genuina que cautivó al brasileño, halagos sinceros, palabras honestas, un corazón abierto tan cándido y una dulzura oculta como inmarcesible.

Tales cualidades lo habían llevado no solo a convertirlo en su musa actual, también hicieron que cayera rendido ante la bonhomía del contrario. A sus ojos era fácil terminar flechado por alguien como él, para el de tez oscura, Aiden poseía una beldad nunca antes vista o descrita en su libro, por lo que el convertirlo en su numen le pareció lo más adecuado.

Desde el primer episodio parecía haberse propuesto el acabar con el espacio de su memoria a base de imágenes donde el de cabellos ondulados era el protagonista, para su desgracia, no podría retratarlo con su lente predilecto, ya que el cargar su camara y apuntar hacia el menor no sería un movimiento muy discreto. Debido a esto sólo podía conformarse con fotografiarle desde su celular, era más fácil de este modo, nadie nunca le cuestionaba el tener su teléfono en todas partes y podía dirigir la camara de este hacia Aiden sin levantar sospechas.

En dichos momentos se hallaba recostado en su cama con la vista fija en su teléfono celular. Tenía todo un álbum dedicado al de mechones teñidos en su galería, admiraba con detenimiento cada pequeño detalle que conformaba aquel rostro tan angelical, esa era su forma favorita de relajarse.

-Hey James- Una voz conocida lo sacó de su ensoñamiento, haciendo que habandonara su galería a paso raudo.

-¿Mhm?- Respondió tratando de sonar natural.

-Me quedé sin batería y le presté a Lake mi tablet, ¿Crees que puedas prestarme tu laptop?- Aiden se asomaba de puntitas a la cama superior, tratando de hacer contacto visual con el tiktoker, pero su altura se lo impedía, topándose sólo con la base de la litera.

-Claro, está en el segundo cajón- Aceptó sin recordar que la memoria y sus fotos más recientes se estaban descargando en su dispositivo.

-Gracias- Buscó donde el otro le indicó y se topó con el portátil tal y como se lo esperaba solo que con el pequeño detalle de tener una memoria incrustada a su lateral.