La enana miraba la ventana mientras sujetaba con fuerza el cofre, había pasado tres horas desde su partida de Madanrian, Angie asomaba la cabeza de vez en cuando, para cerciorarse que las bestias fueran por el camino correcto.
-¿Por qué un guerrero solariano se encuentra en los territorios de Madanrian? Preguntó la pequeña mientras sus enormes ojos, observaban curiosos el perfil de Luminus.
-No es más un guerrero solariano, fue desterrado. Respondió Angie con una risa.
-Un Solariano, nunca deja de serlo, sin importar en que situación se encuentre. Refutó la enana sin prestar mucha atención.
-Son puras patrañas. Vociferó la vampira.
-Tú no perteneces a ninguna parte, ¿qué vas a saber sobre un solariano? Luminus contesta sin vacilar, su intención era herir, y por primera vez cree haberlo conseguido.
Angie suspira y calla, tararea una canción fingiendo tranquilidad, mientras escucha al guerrero de la luz dar su típico discurso sobre la raza noble y la valía de un guerrero, la vampira se sacudió cuando el guerrero cuenta su encuentro con ella y como está obligado ayudarla.
-Oh entonces estas en una encrucijada. La enana se había puesto de pie, observando el tatuaje de león que sobresalía de la mano del solariano.-Debe ser duro, estar lejos de tu hermana y tus amigos.
Luego se dirigió a la vampira, su intención era la misma, ver el otro tatuaje de león, pero Angie apartó el brazo escondiéndolo entre su ropa.
-Eres bastante desconfiada. Exclamó la enana decepcionada.-Por cierto, vampiresa, me llamo Stu, es un honor por fin conocer a un vampiro de tu categoría, no todos los días te encuentras con un vampiro de sangre real.
-¿Categoría....sangre real? Luminus da un brinco, pero la vampira lo sienta de un golpe.
-Gracias, pequeño desperfecto, revelaste quien soy en realidad. Angie miraba furiosa a Stu con sus enormes ojos negros, la enana no pareció molestarse en lo absoluto, su atención había vuelto al cofre que sostenía sus manos.
-No te preocupes cuando lleguemos a mi ciudad y pueda estudiar esta valiosa reliquia, ya no deberás esconder tu identidad, pues la guerra llegara a su fin y las razas dejaran de matarse unas a otras.
-No escondo mi identidad por eso, la guerra hasta hace poco no me importaba. La imagen de Analia cruzó fugaz en la mente de la vampira.-Tú eres la que busca pasar de incógnita, debido a tu rango como princesa de Fariat, ¿no es así Issabella?
La enana se estremeció, su rostro cambió de tono, revelando la furia de la traición.
-Lotu les dijo todo, maldito viejo, jamás debí confiar en el.
-Te equivocas, fuiste tú, la única persona que se delató. Dijo Luminus mientras pisaba las botas nuevas de la vampira como represaría.-No somos idiotas, solo una noble de Fariat tiene el dinero para pagar un viaje entre fronteras enemigas, y la única miembro de la nobleza que responde al género femenino es la princesa Issabella, la mecánica loca de la ciudad neutral y solo la mecánica loca, le daría tanto interés a un pequeño cofre que a la vista de muchos, es solo una baratija sin valor.
-Oh, mi fama ha llegado tan lejos que incluso un solariano conoce mis excentricidades. Stu estaba eufórica, una sonrisa enorme adorno su rostro pequeño y circular.
-Eres incluso más extraña en persona.
Angie se había levantado, lista para continuar con la pequeña rencilla, pero cuando estaba a punto de morder a Luminus con sus afilados dientes, una luz cegadora invadió el carruaje, lo siguiente que vio, fue a sus compañeros desparramados por el suelo, los dos enormes animales que tiraban del vehículo estaban destrozados sus cuerpos se habían derretido por el impacto, la vampira estaba hecha polvo, sus brazos y piernas sangraban, pues cientos de esquirlas habían impactado en su piel gris, debido a la explosión.
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Las leyendas del abismo
MaceraUn mundo fantástico se desata frente a tus ojos, diferentes razas coexisten en esta tierra dividida por la guerra, la aventura nos aguarda en los ojos de esta peculiar vengadora que se mueve por el mundo en busca de su progenitor.