Levi's diary

📖CIENTO TREINTA📖

Lunes por la tarde...

P. O. V. LEVI:

«En nuestros brazos. La primera vez que nos dejaron cargar a nuestro hijo, había pensado que era lo más frágil que nunca llegue a sostener en mi vida. En nuestros brazos dormía plácidamente aquello que sería nuestra única debilidad y fortaleza.

-Es tan pequeño... - comentó Ami en susurro para no despertarlo. - Es nuestro hijo.

-Lo es... - coincidí con una sonrisa ladina.

Era el momento más feliz de mi vida.

-¿Cómo se llamara? - pregunto la enfermera que seguía presente desde que los vino a entregar a nuestro hijo.

-¿Qué tal Kai? - pregunte tras pensarlo un poco.

Días atrás, mientras pasaba la noche aquí en el hospital, velando el sueño de Ami, me había encontrado un libro de nombres marleyanos (por que lógicamente estábamos en Marley y aunque nuestro hogar lo habíamos construido en Paradis, tras descubrir que Ami estaba embarazado nos mudamos acá por la amable invitación de los padres de Gaby), donde leí aquel nombre.

-¿Kai? - pregunto Ami. - ¿Océano? ¿Por qué?

-Es lo único que nos separa de nuestro pasado y nuestro futuro. - explique.- Sin mencionar que ha nacido cruzando el océano que no sabíamos que existía.

Ami sonrió, ya sabía yo que a ella le encantaban los nombre con significado y lo mejor que sería algo que solo ella y yo entenderíamos.

-Me gusta Kai. - acepto emocionada. - Nuestro pequeño cachorro.»

-... Ya fuimos al colegio, dijeron que el viernes los vieron entrar, pero que no aparecieron en ninguna clase, intuyen que salieron por atrás, pero las cámaras de seguridad no grabaron nada. - explicaba Mikasa.

El punto de reunión, luego de que hubiera arreglado las cosas con Ami, había sido justo su habitación para mantenerla al tanto de la situación. En el proceso de nuestra conversación privada, Hange había ido a notificar a la Reina sobre la desaparición de los niños, Mikasa y Armin habían ido al colegio, Michele había contactado a los padres de Niggel (el amigo de los niños) y ahora se encontraba con ellos explicándoles lo que justo ahora estábamos planeando, Eren estaba aquí explicando lo que había ocurrido; y yo, estaba fingiendo hacer caso omiso a mi males producto del alcohol de esta mañana.

-Deberíamos comenzar a buscar desde ahí, movilicemos a nuestros soldados para que pregunten a los vecinos, alguien debió verlos pasar. - señale.

Aún estaba sentado junto a Ami y aún sostenía su mano, lo cual me ayudaba a mantener clara la mente.

-Hange fue a conseguir la autorización de la Reina. - añadió Mikasa.

-Al diablo con su autorización. - dijo Eren, coincidía con el. - Si fuera Ymir haría lo mismo.

-Pero ella es la Reina, no creo que... - renegó su esposa.

-A mi me importa un carajo lo que ella diga o quien sea. - dije perdiendo la paciencia. - Si en el pasado no respetamos al poder, no lo haré a ahora, menos cuando nuestros hijos corren peligro. Así que, Mikasa, moviliza las tropas.

-Si, Comandante. - respondió ella con aquel tono de subordinación, que debía recordar que existía, pese a la relación fuera del trabajo que llevábamos.

-Si movilizarmos tropas, ¿Lo haremos solo en la capital? - pregunto Armin con precaución. - Los niños son demasiado inteligentes como para ya estar del otro lado del país.

-Tendremos que organizar escuadron de búsqueda, con cada uno de nosotros al mando. - reconocí.

-Michele puede cuidar a Hannes - sugirió Armin ante la mirada de duda silenciosa que cruzo entre Mikasa y Eren.

-Yo quiero ir. - se apunto Ami.

-Ni hablar. - me negué al instante. - Los médicos dicen que debes estar en reposo, no estás en condiciones de...

-Y un carajo, Levi, también es mi hijo. - me mando callar.

-Ya lo sé, pero no puedo perderte a ti también, así que te vas a quedar aquí. - insistí de mala gana. - Y Hange...

-Buscará contigo. - siguió Ami en su terquedad. - Si me obligarás a quedarme, ella irá para que yo este más tranquila.

-Pues yo solo estaré más tranquilo si ella se queda. - me negué.

-Hagamos esto: - intervino Armin antes de que esto empeorará. - Asignamos a Hange a la búsqueda aquí en la capital, para que este al pendiente de Ami, para que también participe.

» Mikasa, Eren y tu, los asignamos a los escuadrones más cercanos a la ciudad por si tienen que volver de urgencia. Jean, Connie y Yo nos vamos a las ciudades siguientes. Y solo en una hipótesis extrema, envía a tus capitánes de escuadron más confiables a las ciudades más alejadas, ¿les parece?

No era mala idea y, de hecho, ya tenía a 3 personas en mente. Mire a Mikasa y ella asintió.

-Mandare llamar a Hitch y a Floch. - aceptó sin dudar. - Pero, Melgar, ¿De verdad?

-Dijiste que era la mejor de tu clase, además conoció a Kai. - le recordé.

-De acuerdo, armare un escuadron con los de esa clase, pero no los enviaré a una ciudad. - la mire extrañado y para explicarse continuó - Ella habló con él, le daré libertad de buscar donde considere, quizá descubra algo que nosotros pasemos por alto.

-Está bien. - acepte sorprendido.

Apenas dije eso, Hange entró a la habitación dando un portazo.

-Malas noticias. - anunció con mala cara.

-Justo decíamos que nos importaba un comino el permiso de la Reina. - repitió Eren.

-Pues va más allá de un permiso. - corrigió Hange. - No rechazo la petición de brindar su apoyo a la búsqueda, pero eso es todo.

-¿Cómo sabes tu misma que planeamos algo más? - pregunto Armin - Apenas nos estábamos organizando.

-Por eso mismo, los conozco tan bien que ya tenían 20 planes en progreso. - aclaró Hange divertida por la realidad de verlos crecer a todos. - E Historia lo sabe, por eso me mando a recordarles las Condiciones de Libertad.

-¿Y por qué tendríamos que recordarlas? - pregunto Ami incrédula.

-Porque justo ahora estamos reunidos y organizando una movilización de personal por todo el país, complemente por nuestra cuenta y contemplando a todos los ex miembros de la Legión. Estamos haciendo todo lo que prohíben las condiciones... - explique.

-Entonces, ¿qué se supone que debemos hacer? - pregunto Mikasa. - ¿Esperar con los brazos cruzados y rogar para que aparezcan nuestros hijos?

-Citandola, dijo: “Son sólo niños, no pudieron llegar muy lejos” - comentó Hange.

-¿Solo niños? - pregunto Ami. - Ustedes eran también solo niños cuando orquestaron un golpe de Estado, ella era solo una niña cuando se volvió Reina. Que no me venga a decir que pueden o no, hacer unos niños.

El monitor que regulaba sus signos comenzó a sonar, alertando lo que justo le dijeron que debía evitar.

-Ami, yo me encargo. - le dije para calmarla. Miro su monitor y suspiro amargamente. - Iré hablar con la Reina y mañana, con o sin su permiso nos movilizaremos, recuperaremos a nuestros hijos sin importar las consecuencias.