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— Mael date un baño y duérmete temprano.— ordeno mamá.

— Sii.— me levante de la mesa y lave mi plato.— Me baño primero entonces.

Mientras estaba en el baño comencé a pensar en lo qué pasó ayer, fue agradable pasar el rato con Adrien, me fuera gustado estar más tiempo con el.

— Ya sal que también tengo que tomar una ducha.— desde el otro lado de la puerta me grito Marinette.

Apague el agua y salí rápido.

— Eso fue agradable.— seque mi cabello con la toalla y tome mi celular.— Un mensaje de Adrien.— sonreí.

*¿Qué estás haciendo?*
*Acabo de salir de un baño*
*Qué excitante*

Si alguien viera eso no podríamos decir que es broma jaja.

*Realmente tú... debes quererme mucho*

— Responde rápido.— deje el celular y me puse a jugar en el play.

— Mael.— mi hermana entro a la habitación.— ¿Qué haces con Adrien en los descansos?

— ¿Ah? Pues hablamos.— seguí jugando sin importancia.— ¿Sigues creyendo en los rumores?

— Es que dijiste que no eran cercanos y pues... yo los mire muy cercanos.— me quito el control de las manos.— Hazme caso Mael.

— Marinette ya basta, que estés celosa no es mi problema.— le volví a arrebatar el control.— El me pide consejos eso es todo.

Seguí mi juego y me percaté que ya habían pasado unos minutos y Adrien no ha respondido, pensé que respondería más rápido a eso. En eso suena una notificación y agarre rápido el celular.

*Estoy loco por ti*

Espera Uh... ¿por que estoy tan Feliz?

Cubrí mi rostro con la almohada, ¿que debería responder a esas palabras?

— ¿Ya tienes novia? — volvió a insistir Marinette.— O porque tan feliz respondiendo mensajes.

— Cállate.— le tire con la almohada.— Eso no te incumbe.

Ella se empezó a reír y me volvió a tirar la almohada.

— No te avergüences, espero y sea una chica agradable.— dejo su celular en la cama y se levanto.— Ya apagare la luz, buenas noches.

Las luces se apagaron, será mejor que mañana le responda a Adrien.

•-•-•

— La película estuvo buena se trataba de...— Nathaniel ya molesto me dio un pequeño golpe en la frente.— Hazme caso, andas muy distraído.

— Lo siento sigo pensando.

— ¿En Chloe? Mael ya deja de pensar en ella.— tomo mi cuaderno para molestarme.

— ¡Oye regrésame eso! — lo perseguí por la cancha pero ese enano era rápido.

La risa de Nathaniel desapareció mostrándome una expresión seria.

— Mael... ¿Por que tu cuaderno está repleto de retratos de Adrien? — daba vuelta a las hojas para intentar encontrar algo más.

Hasta que le arrebate el cuaderno, podía sentir mi cara hirviendo, de seguro esta toda roja.

— No revises las cosas ajenas.— volví a guardar el cuaderno y me fui al aula.

Es vergonzoso.

Sentí como alguien jalo un poco mi sudadera, volteé a ver y era Adrien.

— Perdón.— sonrojado soltó mi sudadera y se comenzó a ir.

Nuestra promesa |Adriel| BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora