Ayer te vi pasar. Sonreías como haces siempre. Tal vez, era una risa genuina. Tal vez, ahora no la muestras como máscara. Sonreías, y fue lindo verte denuevo. Estabas juguetona y despreocupada, como cuando te quitas un peso de encima. Te vi reír, desde lo lejos. No notaste mi presencia. Fue casual que estuviéramos en el mismo lugar, pero te vi reír y valió la pena esa coincidencia. Te vi reír y, en el acto, sonreí en mis adentros.
Sonreías y yo, a lo lejos, a la par tuya, con distintos motivos: el tuyo, nunca sabré; el mío, coincidir con tu sonrisa.
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Mujeres a mis espaldas
AléatoireEscritos inspirados por mujeres que han pasado por mi vida. No todas han sido mis amantes. Algunas son solo amigas, de esas que sientes como tú misma. Sin embargo, cada una tiene un espacio es este cuaderno de letras con aires femeninos.