Our Destiny | Mikey / Manjiro Sano | +18 (Terminada)

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Si la ruptura con Mikey me había roto, la noticia de la muerte de mi hermano me destruyó por completo, haciendo que me aislara de todos los que me querían, los ex miembros de la ToMan, Hinata e incluso Sanzu, con el cual había mantenido contacto en secreto, ya que era el único que podía decirme que Mikey se encontraba bien

Luego de la muerte de Kazutora mi vida se fue al infierno, lo único que me había mantenido de pie aún había sido los planes que habíamos armado con Chifuyu, haciendo que mi hermano se reintegrara a la sociedad y trabajara con nosotros apenas saliera del reformatorio, pero todo eso había desaparecido junto a esa llamada con la maldita noticia de su muerte

No quería saber nada, ni de nuestros planes, ni de nada que me recordara a lo que hubiéramos hecho cuando fuera libre y volviéramos a estar juntos

Había pasado años buscando a mi hermano, incluso creyendo que solo era producto de mi imaginación, y cuando lo había encontrado, lo había perdido, pero aunque estuviera encerrado, solía ir a verlo casi mensualmente, cada vez que habilitaban las visitas iba a verlo para demostrarle que no estaba solo, que yo estaba con él a pesar de todo, o al menos eso había intentado, ya que cuando había sido la pelea de las tres deidades había terminado gravemente herida y Mikey no me había dejado salir de la cama por casi una semana, hasta que mis heridas curaran por completo, y gracias a ello había perdido la oportunidad de ir a verlo ese mes...

¿Y si había creído que lo había abandonado? ¿Y si su suicidio había sido mi culpa? Porque si, a pesar de que había hecho muchísimas cosas para que investigaran su muerte, habían terminado anunciando que Kazutora, se había suicidado...

Ese pensamiento no abandonó mi cabeza ni siquiera un minuto desde que me habían dado la noticia, y me perseguía día a día

El funeral de mi hermano no solo fue triste porque él estaba muerto, sino que ver que tan pocas personas asistían, y que nuestro padre ni siquiera se había dignado a aparecerse por allí me rompía el corazón y me enojaba, pero seamos sinceros, no era alguien que se quedaba llorando por los rincones sufriendo, no cuando tenía la venganza como respuesta, y eso hice, me encargué personalmente de no solo incendiar nuestra propia casa cuando ese sujeto había salido a la empresa familiar, sino que en cuanto había vuelto porque los vecinos lo habían llamado, me encargué de destruir e incendiar también el negocio dejando bien en claro quien había sido el responsable dejando mi brazalete y el de Kazutora, los cuales tenían nuestros nombres y habían sido el único regalo que habíamos recibido de nuestra madre cuando solo éramos unos bebés

¿No sufría por la muerte de su propio hijo? Bien, sufriría por quedarse sin nada, como yo lo había hecho...

A partir de allí lo único que hice fue alejarme de todos, renuncié a mi empleo en la tienda de Chifuyu y terminé trabajando en una cafetería alejada de la zona donde vivían todas las personas que quería o me importaba, no pude abandonar Tokio porque era el único lugar que aún me hacía sentir cercana a las personas que quería

¿Sobreviví? Sí, claro que sobreviví

¿Viví mi vida? No, solo... existí

A pesar de que el tiempo pasaba, las semanas, meses e incluso años, no pude olvidarme de mi pasado, de los dos hombres que había amado, de mis mejores amigos o de mi hermano, no pude superar la perdida de ninguno de ellos, Izana había muerto, Mikey me había dejado y sabía perfectamente que a pesar de que los años pasaban y que tenía personas a mi alrededor ayudándome y animándome para que siguiera adelante, jamás lo haría realmente, Mikey me había abandonado y no solo eso, sino que aseguraba no amarme, haberme usado solo para obtener una absurda venganza y si eso no hubiera dolido suficiente, la muerte de mi hermano, la cual podía haber sido mi culpa, me hizo caer en depresión por meses, meses que se hubieran convertido en años de no haber sido por Mitsuya, Hinata y los Kawata que se habían mantenido a mi lado a pesar de todo, apoyándome y dándome ánimos para seguir adelante