Adolescencia

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"¿Quién eres?" Alguien en algún momento me preguntó, no pude contestar, y aunque siga pasando el tiempo dudo tener una respuesta certera, de hecho, sigo pensando en la respuesta, supondrias que se refiere a tu infomación, ¿no? ya sabes, decir mi nombre, edad, algo normal, pero eso no quería ella, no, ella quería algo más. Yo sabía a qué se refería, mas no sabía que responder... no sabía que contestar, ¿cuál sería la respuesta correcta para que todo esto acabe?

Ahora es momento de jugar, mi turno de preguntar, con una pista te podras salvar, escucha atentamente si tu vida quieres recuperar; piensa con el corazón y siente con el cerebro, solo así podrás responder la verdad antes de que el tiempo decida y seas tú el anfitrion del juego.

Bienvenido a la ruleta de la suerte, divertido juego, ¿no te parece?  acata las ordenes o si no padeces, no hables de más, piensa que es ameno, conecta tus sentimientos, si no respondes a tiempo el reloj termina, tu vida se vuelve trizas, te vuelves en lo que soy. Capturando víctimas para iniciar el juego de la vida, sometiendolos a la adolescencia, etapa de perdición y como su propia palabra menciona, adolecer. Así que dime ¿Quién eres? Tediosa pregunta, no gusta pensar en una solución, pues significa revivir cosas que has dejado en el pasado y que frecuentemente te atormentan o se reflejan en tu forma de actuar, pero te debes apurar, el tiempo se te acaba y no querrás estar para el final.

-¿Quién eres?- Volvió a repetir la voz, de por si ya tengo que aguantar las voces mentales que entre rimas vacias me tratan de explicar, pero la verdad ya habia perdido desde antes de aceptar jugar, esta vez me retumba en los oídos, parece que se vuelve más fuerte y grave, no podía hablar, no podía actuar, estaba perdida, mi vida se acabaria.

- "Quizás la misma niña pequeña que vivía la vida, no se preocupaba de las cosas que le ocurrían, no tenía problemas con las notas y su físico, pues eso no importaba, ni siquiera era importante como la percibían las demás personas... Los tiempos cambian, las personas también y como si te arrebataran a tu niña quedaste sola, desolada, con tu niñez quemada."

 Escuchas tus gritos internos y sientes el dolor que pasa por tu sangre, la ira consumiéndote cual única salida son tus puños cerrados enterrando tus uñas en la carne, esperando liberar aquella emoción, lágrimas de impotencia amenazando con salir, los recuerdos de aquella niña de 6 años revivían en tu mente una y otra vez, su familia "perfecta" sin nada de problemas, imagen proyectada que no arruinarías o al menos ella no lo haría. Con mirada cruel te volvieron a decir "no eres así, recapacita" no eres ella, porque ella era la imagen inconsciente de su proyecto. Ahora tú eres lo que quedo de aquellos intentos, sin poder manejar tus decisiones, ni tus movimientos, libre de nuevo, en un estado de frustración, como una flor marchita ante cualquier esperanza. Un deseo encapsulado en regresar.

-Deja de hacer drama, deberías alegrarte por tu hermano, aunque sea alguien logró algo importante – Aquella mujer enfrente tuyo, a la que llamas madre, aunque no merezca ese título, pensaría que te motiva, solo hace que dejes tu esfuerzo, pero ¿en realidad es tu esfuerzo por qué quieres o por qué quieres que tus padres te den aquella validación que desperadamente buscaste dia y noche tras de ellos?, quieres su aprobación, aunque los detestas. En el fondo quieres volver a caminar por el parque tomándose de las manos, jugando, comprando helados, siendo felices, o aunque sea aparentarlo, darías lo que sea por regresar a esos tiempos, actualmente no te queda nada más que tu mente, tus recuerdos y tus pensamientos que te someten diariamente a una tortura de la que no puedes escapar; no sientes, solo piensas y con lágrimas melancólicas suplicas, suplicas que pare, solo quieres regresar y sentirte viva de nuevo, ¿o me equivocó, __?."

Pequeñas historias de una escritoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora