Duskwood

Pasado

ASHLEY

Ubicación desconocida, 5:34 de la madrugada.

Mis ojos se abrieron parpadeantes.

¿Dónde estoy?

Trate de levantarme, pero unas pesadas cadenas me lo impidieron.

Joder, Dan.

Mi respiración era irregular mientras el terror abarcaba mi cuerpo.

Me abrace a mí misma apoyándome en la pared, no quiero morir, no estoy lista.

Siento que no eh vivido nada, nada de lo que sentirme orgullosa, nada con lo que puedan recordarme, nadie nunca noto mi ausencia ¿Qué pasa si ellos tampoco lo notan?

—Ya no puedo ser fuerte —las lágrimas caían con total libertad mientras intentaba recordar el rostro de mi madre, ella me hizo prometer que siempre me pondría por sobre cualquier persona, quería que yo fuera fuerte y no lo estoy siendo—

La estoy olvidando, estoy olvidando como es, olvido como era su voz.

Me doy cuenta de que dejé todos mis ideales atrás por Jake, siempre fui independiente, pero cuando el llego solo esperaba un mensaje suyo.

Nada de esto es sano, la relación con Jake no está siendo sana, no quiso explicaciones él estaba empeñado en alejarme de el tal y como si se hubiera aburrido de mí.

Solloce abrazando mis piernas a mi pecho, te necesito mamá.

El extraño hombre volvió tenía una capucha y en cuanto estuvo frente a mi golpeo fuertemente mi estómago, estaba claro que sentía odio hacia mí, pero no lograba entender por qué.

—Voy a ser tan cruel que ni siquiera van a poder reconocer tu rostro —escupí sangre cuando esta vez el golpe dio directamente con mi rostro—

—¿Por qué haces esto?

—Siempre metiéndote en asuntos que no te conciernan, deje pasar lo de Jennifer, pero que te aliaras con ese Hacker supero todo, no eres una niñata inocente como intentas decir a todos —agarro mi cabello haciendo que lo mirara directamente, la máscara daba escalofríos— eres una horrible criminal buscada por todo el mundo.

Mi rostro se volvió pálido, lo había descubierto antes que cualquiera.

—Un punto para ti enmascarado, pero ¿Qué crees? Todos siguen creyendo que soy la chica que sufrió injustamente por el secuestro de Hannah.

—Cuando se enteren...

—¿Se enteren de qué? —lo interrumpí acomodándome mejor— no van a creer nada de lo que salga de tu boca.

Se fue, finalmente me retorcí del dolor en el frio suelo con el sudor corriendo por mi frente.

Nadie había descubierto ese horrible secreto, no soy una inocente y tampoco intentaba demostrar ello, sé que cometí errores en mi pasado, pero ya pagué por ello, ya me destituyeron de mi cargo, ya tuve que pagar una suma millonaria.

Cambié mi identidad y apariencia, todo lo que les conté a los chicos siempre fue verdad, nunca pude mentir ni a Jake ni a ellos.

Nunca pude decir una mentira frente a él y sabía que eso era riesgoso.

Realmente estoy sola, nadie de mi familia sigue vivo, pero es todo por mi culpa.

¿la llamada a mi supuesto padre? Falsa.

Todo en mi es falso por eso nadie quiere jamás estar conmigo, siempre perdía la noción de mi propia realidad. Merezco esto y no intentare escapar.

Jennifer era una chica que murió por una imprudencia, comprendo su odio.

Ahora más que nunca puedo comprenderlo.

Las cosas ocurrieron de una manera muy simple de explicar, era una agente encubierta de la CIA cometí errores y engañé al gobierno pronto todo salió a la luz y ya no pude hacer mucho más que admitir la culpabilidad.

Pero...

Realmente nunca fui yo.

Siempre fue mi hermana

Yo solo pague por los errores de ella porque así lo quiso la justicia, Amaia era demasiado buena en lo que hacía, no les convenia sacarla del mapa.

A la depresiva e ingenua Ashley nadie la iba a extrañar, de la noche a la mañana me convertí en una criminal.

Y todos creen eso. Amaia formo una familia y vive en Alemania, yo fui la única que sufrió por todo.

Tuve que aprenderme de memoria como fueron las cosas para convencer a todos de que fui yo, en algún momento incluso me convencí a mí misma de que así habían sido las cosas.

Tome el collar que Jake me había regalado, sé que tiene un localizador, lo note al instante.

—No merezco que me salves —lo estrelle con la pared y este se rompió en mil pedazos— solo soy una mentirosa.

Me erguí en la pared cerrando mis ojos, no saldría de aquí pronto, lo tengo claro.

Autora

Ay, ay, ay, poco a poco se va descubriendo de la vida de nuestra querida Ashley.

¿Dudas?