⌜Hay lugares inesperados para encontrar el amor, y, aunque la universidad no suele ser uno, ser convierte drásticamente cuando es con el profesor ⌟
⇝ Taehyung bottom
⇝ Yoongi top
El que no haya tenido jamás un crush en la facultad miente, porque absolutamente todos lo hemos tenido, ese profesor con el que te llevas demasiado bien, que es amable contigo, además suelen ser jóvenes y quieren implicarse con el alumnado.
Aunque este no es el caso con el profesor al que me refiero, puesto que el profesor Min, es de todo, menos amable e implicado.
Sus exámenes son jodidos, no permite ni un solo móvil en clase, siempre tiene el rostro neutro o enfadado, pero eso no implica que no sea un bendito dios que está ahí para poner caliente a más de uno y una en la facultad. Sus proporciones son las correctas, además de su dermis nívea y tersa, la barba está totalmente ausente de su rostro, sus manos, joder con sus manos, grandes, delgadas y venosas, en las que se muestra el trabajo continuo a su cuerpo.
Todos ruegan portarse mal en algún momento para que sus llamativos y felinos ojos le atraviesen el alma. Se rumorea, que hay quien incluso se masturba pensando en ese profesor.
Tampoco es el caso del alumno favorito de Min, que nadie entiende exactamente el porqué de ello, que éste sea de los pocos en la facultad que su profesor no despierta un ardiente deseo en él.
Piensa que es atractivo sí, pero tampoco comparado a otro de sus profesores que le llama muchísimo más la atención, el cual es cálido, paciente, alto, su piel morena despierta mucho deseo en éste chico, que disfruta de todas sus clases de inglés como si estuviese escuchando a su grupo favorito de música.
El profesor Kim tiene un público bastante alto también, puesto que éste sí es el profesor cliché llegado a nuevas a la facultad que se implica con los alumnos.
Al único que sonríe, si esas muecas que deja mostrar fugazmente en su rostro, si pueden llamar así, el profesor Min, es a éste alumno del que hablo, que cómo siempre está distraído, mirando por el gran ventanal de la clase, esperando impaciente por que llegue la clase del profesor Kim.
Nadie se da cuenta, puesto que la magistral cara de póker del profesor Min no les da la oportunidad, pero en su interior, las llamas de la frustración se encienden rápido, al ver cómo ese niño, pasa olímpicamente de él.
- Kim – Gruñe, haciendo que todos los alumnos se vuelvan hacia él - ¿Tiene interés alguno en lo que estoy explicando?
El mencionado niega con la cabeza, sin darse cuenta realmente de lo que acaba de hacer por estar demasiado distraído, pero el golpe seco en la mesa de su profesor lo saca del ensimismamiento.
- Le quiero al terminar las clases en mi despacho – Dice, apretando los puños – Kim Taehyung.
El sudor frío le abruma el cuerpo, jamás ningún alumno ha sido llamado a su despacho, parece que se acaba de meter un bonito lío. Asiente levemente, muerto de la vergüenza por escuchar las risas bajitas de sus demás compañeros, puesto que todos le tienen envidia porque su profesor, siempre le habla algo menos rudo a él.
Desvía los ojos hacia su libro, dónde no ha apuntado absolutamente nada de la clase, que casi acaba. Chasquea la lengua y pasa sus grandes manos por su cabellera rosada, frustrado, esto le pasa por tonto.
Si Taehyung supiese que esta acción acaba de hacerle entrar directa, gratuita y voluntariamente a la boca de un lobo que lleva intentando devorarlo meses, se lo habría pensado mucho mejor antes de distraerse en su clase.
Hay quien dice que su profesor es virgen, puesto que, con ese carácter, nadie querría estar con él, es una lástima que sea precisamente la personalidad de éste individuo, lo que le invita a la gente a pecar, a portarse mal y ser debidamente castigados.
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El miedo ha opacado tantísimo sus pensamientos que ni siquiera ha podido disfrutar la clase del profesor Kim, una pena porque seguro que no se habría enterado de nada, pero su voz es tan melodiosa que le daría igual.
Toca la puerta del despacho del profesor, que le indica que pase, entrando con cuidado y algo de miedo, todas sus alertas están puestas sobre él, teme que pueda hacerle.
- Kim – Dice el profesor, desde su asiento – Exijo que me explique a que ha venido eso.
- Sólo me he distraído – Taehyung juguetea con sus dedos – Ha sido sin querer.
- ¿Sabes? – Las cejas del menor se arquean, ha cambiado su tono a uno informal – Odio a la gente que no tiene claro su lugar.
- Profesor, yo, lo siento – Balbucea, viendo con temor como se acerca, a la vez que se desabrocha la corbata – No volverá a ocurrir.
- Si te piensas, angelito, que me basta con una disculpa – El mayor le agarra del mentón, sonriendo ladino – Se nota que no me conoces una mierda.
Lo que ocurre a continuación, es el último escenario en el que Taehyung se habría visto alguna vez en su vida, puesto que los labios del mismísimo Min Yoongi están estampados contra los suyos, comiéndole la boca con una lascivia que le abruma, lo que más le sorprende no es eso, si no, que, está correspondiéndole sin siquiera habérselo pensado un segundo.
El tacto es suave, electrizante, abrumador. La maestría con la que está devorando a Taehyung le nubla los sentidos, jamás le habían besado de forma tan jodidamente dominante.
El mayor se separa, acariciando con su dedo pulgar los labios brevemente hinchados de nuestro amigo pelirosa, que siente que se le saldrá el corazón por la boca en cualquier momento.
- No sabes cuantas ganas tenía de hacer esto – Ronronea, paseando su mano por el torso – A partir de éste momento, eres mío, Taehyung.
El mencionado traga duro, la parte racional de su mente, le dice que eso es jodidamente imposible, cómo va a ser de ese profesor, pero su erección marcada en los pantalones opina totalmente lo contrario.
