Yibo odia la navidad y esto tiene una explicación, un día llegara alguien a su vida que le hará cambiar ese sentimiento de tristeza por uno de feliz navidad.
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Yibo odia la navidad y esto tiene una explicación, un día llegara alguien a su vida que le hará cambiar ese sentimiento de tristeza por uno de feliz navidad.
Yibo fue diferente desde niño, su padre no le gustaba tener un hijo tan afeminado, esas serían sus palabras pero sin que el supiera su madre nunca permitió que su padre dijera algo al respecto, así que él estaba totalmente ajeno a los verdaderos sentimientos de su progenitor hacia él.
A medida que se convertía en adolecente desarrollaba un sentido de la moda que hacía que incluso ropas que eran modeladas por mujeres le hacían lucir varonil, él amaba esto.
Nunca se preocupó por ocultar su gusto por los chicos pero tampoco lo gritaba a los cuatro vientos y mucho menos hablarlo con sus padres, se lo guardaba todo para sí mismo, no tenía muchos amigos, siempre fue un chico solitario pero alegre, una de las cosas que realmente le apasionaba era ayudar a su madre con sus pequeños alumnos de jardín de infantes.
Cuando su madre le preguntaba si quería ser maestro el simplemente cambiaba el tema y ella no insistiría, Yibo tenía muchos sueños y no estaba muy seguro de que era lo que quería hacer a sus 17 años.
Yibo tuvo la suerte o la desgracia de nacer un 25 de diciembre, su madre decía que esto era muy conveniente ya que así solo debía comprar un regalo, él no lo creía así.
Todo cambio el día que su mama anuncio a su familia justo una semana después de navidad que el médico le había diagnosticado cáncer en etapa avanzada.
Fue un año difícil y justo una semana antes de la próxima navidad Yibo se encontraba ante la tumba de su madre prendiendo incienso mientras las lágrimas mojaban sus mejillas.
Esto no sería todo, justo el día de su cumpleaños su padre le llamo a la sala y sentado al costado del árbol de navidad dijo las siguientes crueles palabras...
__ Yibo ya tienes 18 así que eres mayor de edad, recoge tus cosas y vete de esta casa, tu madre ya no está aquí para defenderte
Yibo: no entiendo
__ lo sabes, no quiero a un maricon bajo mi techo, esta es mi casa y tú no puedes seguir aquí
El joven de apenas 18 años que aun lloraba la perdida reciente de su madre no sabía qué hacer, su nana que lloraba en la puerta lo tomo del brazo y se lo llevo a su habitación, desgraciadamente el hombre la había despedido también, ella volvería con su familia pero antes tenía que cumplir con la promesa que le hizo a la madre de Yibo.
Yibo: nana que voy hacer ahora
Aiko: no te preocupes mi niño, ven ayúdame a hacer tus maletas
