Lujuria - One shots

tu castigo

𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: Contenido explicito ⚠️

𝐀𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐌𝐞𝐧𝐝𝐨𝐳𝐚 𝐲 𝐁𝐞𝐚𝐭𝐫𝐢𝐳 𝐏𝐢𝐧𝐳𝐨𝐧

Había llegado el día glorioso de Armando, al fin podría darle su castigo a Beatriz, esta se había portado muy mal los últimos días, y lo dejaría pasar, pero lo que pasó ayer con ese tipo, Nicolás Mora, eso sí no se lo perdonaba, entro a su oficina con un entusiasmo grande, mientras que Beatriz solo entro con la misma cara de siempre, normal, como si ayer nada hubiera pasado, claro que eso Armando lo noto, y se le cambiaría la cara cuando llegara la noche, la noche de su castigo

Se sentó en la silla de presidencia y empezó a trabajar lo más rápido posible antes de que le llegarán pensamientos de lujuria, que no tardarían en llegar, intentaba teclear sin pensar, que eso era imposible para el, y paso lo que sospechaba desde un principio, le llegaron pensamientos de lujuria, empezó a imaginar cómo es que se cogería a Beatriz cuando llegara la noche, y está vez no la dejaría escapar, no señor, la tendría con el, y nada más con el

Beatriz que estaba en su oficina, se agarro la cabeza con las dos manos y la recargo sobre el escritorio, no sabía cómo tenía las fuerzas para rechazar a Armando de esa manera, ella era tan débil cuando él estaba cerca, y le hablaba de esa forma, sabría que no aguantaría mucho rechazandolo

B: ¡Dios mío cómo es que tomé fuerzas para rechazarlo, dios mío cómo! -y sin darse cuenta había hablado en voz alta-

Armando logro escuchar eso, sonrió de forma leve y se levantó, se dirigió hacia el hueco donde estaba Beatriz y abrió la puerta

A: ¿Que acaba de decir Beatriz?

B: -se levanto de jalón por la sorpresa de el- nada don Armando

A: ¿Cómo así que nada? Si yo la escuché clarito decir algo

B: Si, dije algo que no es de su incumbencia, ¿Satisfecho?

A: Muy bien, así seré

B: ¿A qué se refiere?

Armando por último salió de el hueco dejando a Beatriz confundida

B: Pinche frenton -dijo enojada-

El día siguió normal, Beatriz pudo terminar los informes que Armando le pidió, Armando estuvo todo el día distante con ella y no lo entendia

Llegó la noche, —¡Perfecto!— pensó Armando, al fin podría darle su castigo, el castigo que tanto se merece

Se paró de su asiento para dirigirse hacia la puerta del hueco donde estaba Beatriz, tocó la manija antes de abrir, respiro profundo, y ahora sí era hora de entrar, la abrió, y lo que vio fue a una Beatriz estresada, pero eso no le importó del tanto, por qué le quitaría en estrés el mismo

A: Buenas noches Beatriz, ¿Ya se va?

B: Si don Armando, ¿Por qué? ¿Necesita algo más?

A: Fíjese que si, necesito que se quede aquí, más tiempo

B: ¿Por qué?

A: Por algo que no le incumbe

B: Pinche frenton -se susurro así misma mientras se paraba de su asiento-

A: ¿Que dijo? -le alzó una ceja-

B: Nada doctor, ya me voy, como veo no me a dicho que necesita, así que adiós -se dirigió hacia donde estaba Armando intentando salir, pero este se volteó, la agarro del brazo he hizo que sus glúteos chocarán contra su erección-