El Abrigo de Dabi. [[DbShg]]

1. Los Ojos Nunca Mienten.

Desde la perspectiva de Shigaraki.

¿Por que carajos me miraba tanto ese idiota, que queria? Últimamente no dejaba de mirarme, siempre que podía estaba como... Analizandome, lo odiaba, me estresaba, siempre, ni siquiera podía dar una plática en paz, estar en la misma habitación que el me incomodaba al grado de hacerme rasguños en el cuello, ya había pasado un mes así, no decía nada pero me causaba ansias.
Alrededor de la noche de un 14 de octubre me decidí a preguntarle, ya harto de que me causará esas sensaciones tan extrañas. ¿Que le pregunte y a quien? Pues si tenía algún problema conmigo, claro. Al tipo más raro de la liga...
Dabi era ese tipo de persona que te cae mal solo con verla, que sabes que es un hp apenas se acerca. Desde el primer momento que estuvo en la misma habitación conmigo me dio un mal presentimiento, de no ser porque fue uno de los pocos interesados en unirse a esta mierda, lo hubiera matado, Kuroguiri me había detenido en ese momento, pero ganas de hacerlo polvo nunca me han faltado... Dabi, Dabi... Yo tambien lo había Estado observando un tiempo al inicio, tenía que...
Sus llamas eran peligrosas, el si quiera estar cerca quemaba, sus ojos brillaban solo cuando asesinaba, un color igual al de sus llamas. Tenía varios piercings, quemaduras y aroma a quemado. No era agradable de ver, o si quiera alguien agradable; era un patán, vago y desinteresado en todo que "no fuera con su objetivo de venganza", me hartaba que se quisiera hacer el misterioso sin decirme su nombre o a donde iba cuando se perdía noches o días enteros. Era callado, pero cuando hablaba solo molestaba con sus tonterias. Fumaba, bebía, hacia bromas de mal gusto. Me parecía ridículo, quería hacerse la gran cosa? Me daba asco...

–¿Que?
—¿Hm?
–¿Se te perdió algo?
—No... (?
–¿Por que me miras tanto entonces?
—¿No puedo?
–No
—Vaya princesita...
–Grm... Callate, idiota
—Pero si tu fuiste quien me hablo...

Tenía razón pero no lo admitiría, y tampoco sabia como hacer para que respondiera mi pregunta, solo mire al suelo, bebí mi trago y tome a 'padre' disponiendome a salir de ahí.

—Oh, Shigaraki, ¿te vas ya, tan pronto?

No le di respuesta, pero supongo que eso fue peor...se levanto y me siguió a la salida de la base, escuche su suspiro y pasos detrás de mi, no le di atención.

—Solo me estuve fijando en lo horrible que eres.
–Tsch-
—Hablo en serio, esas ojeras, los labios rotos, tu palidez, esas cicatrices, lo desnutrido que estas, tu postura y esos hábitos que tienes, en serio no te preocupas ni un poco por ti, vuelve a ponerte esa cosa en la cara, al menos así ya no das tanto asco.
–Ahg, ¡callate de una vez antes de que decida matarte!

Voltee sobando mi cuello, lo quería callar, me molestaba tanto... Pero para colmo el tenía esa mirada de nuevo, despreocupado como siempre se quedó ahí parado, como idiota, me mostro su jodida sonrisa burlona que tanto detestaba y metió sus manos a los bolsillos acercándose a mi.

—Hazlo. Vamos, trata de matarme. Te reto...~
–Eres un idiota, no perdere mi tiempo.
—No puedes~
–Deja de burlarte de mi.
—Lo haré si me haces un pequeño favor.
–... ¿Cuál?
—Quiero dos nomus.
–¿Eh, para que?
—Eso no te incumbe, dámelos y te dejo en paz.
–No, sería una pérdida de nomus.
—Bien.

¿Había sido una mala elección? Definitivamente... En ese momento se fue, sin decir nada más, pero se pasó los siguientes cuatro dias molestandome sin parar, de verdad que era insoportable... Me escondió el alcohol, quemó mi ropa, me golpeaba cada que podía, "perdió" por dos horas a 'padre', me volví su víctima de chistes malos, lo tenía al lado de Toga haciéndome bromas terribles cada noche, y ¿tanto en tan pocos días? Estaba harto, tanto que solo pude ceder.

–Dabi ¡ya para, esta bien!
—¿Hah? Pero si voy llegando, ahora si no he echo nada en todo lo que va del día...
–Te daré tus nomus, solo...Dejame en paz.

Su estúpida sonrisa solo me jodia más, le di la localización y respire finalmente... Volvió a irse, corriendo en cuanto le di lo que quería. Regrese a la "sala" y me tire en el sillón, mire al techo y por alguna estúpida razón todo en lo que podía pensar eran en sus ojos, su maldita mirada... ¿Solo era por eso que me había Estado viendo así? ¿Enserio? Creía mal.