CAPÍTULO 47: LA HORDA

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Pasaron un par de días desde que la horda nos rodea, le pedí prestada su radio a Michonne pero no había señal de nadie, ni de Dim, ni de Sasha, ni de Glenn, ni de Daryl, sólo estática.

– cuando estábamos en la prisión, Daryl me enseñó a usar la ballesta, ¿crees que sea igual manejar un arco? – le pregunté a Ally.

– ¿qué planeas hacer?

– hice al menos unas 30 flechas, sé que son cientos pero al menos ir reduciendo de poco a poco el número sin necesidad de gastar balas y sin arriesgarnos a acercarnos tanto para usar los cuchillos.

– sólo falta que tengas buena puntería.

– tu tío me enseñó.

– oh Dios. – solté una carcajada. – sí es una muy buena idea pero no vuelvas a decir ese tipo de cosas, por favor.

– vi la oportunidad y la usé, lo siento, Ally. – sólo me miró mal y luego me miró sorprendida. – ¿qué?

– acaba de patear.

– ¿en serio? – sus ojos se aguadaron de la emoción.

– los bebés empiezan a patear a partir del quinto mes, tal vez tengo más tiempo del que creí. – le sonreí muy feliz por ella. – extrañaba esta sensación.

– ¿puedo? – asintió, coloqué mi mano en su vientre poco abultado, no se sentía nada, luego tomó mi mano y la movió de lugar, se sintió un pequeñísimo golpe, una patadita, algo casi imperceptible pero se logró sentir. – aww... qué lindo. – se escuchó un gran estruendo afuera.

– ¿qué fue eso? – preguntó y salí a ver, la muralla había caído. – oh Dios.

– entra, rápido. – ambas entramos y cerré con seguro. – Norman y Evan están arriba, Carl y Judith están en su casa, okay... okay... – me dije para tranquilizarme.

Necesitaba tranquilizarme, no podía entrar en pánico en una situación así.

– hablé de esto con Rick, me dijo que hiciera una barricada para detener la puerta, para que resistiera. – Ally me ayudó a mover el sofá y lo pusimos de manera que bloqueara la puerta, lo mismo hicimos con la puerta trasera.

– ¿cómo le haremos ahora?

– vamos arriba, intentaré matar desde arriba. – subimos las escaleras, tomé el arco que me hice hace unas semanas, mis flechas y me dirigí a la ventana, disparé una por una hasta terminarmelas. En eso, Ally sacó un arma de debajo de su almohada. – no es una buena idea, no vale la pena gastar balas.

– en algo tenemos que gastarlas, no lo sé... en un caso de emergencia como este, tú lo dijiste... matarlos de poco a poco.

– no uses mis propios hechizos contra mí, Potter. – rió. – pero el ruido los atraerá, piensa en Norman, Evan y Merle.

– bien... no te ofendas pero suenas demasiado a Rick.

– de tal palo, tal astilla. – nos sentamos en el suelo, por debajo de la ventana y donde diera vista hacia la habitación donde estaban los niños. Después de un rato, ella volvió a levantarse y apuntó por la ventana. – Ally...

– lo ando pensando, espera... hijo de...

– ¿qué?

– mira. – me asomé. – por ahí, justo ahí. – me señaló y vi entre la horda a Rick, Jessie, Carl, Sam, Michonne, Ron y a Gabriel.

– mierda, ¿dónde está Judith? ¿Cómo pasan desapercibido?

– creo que se pusieron sangre de caminante encima, según Carol funciona como camuflaje.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora