𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 | 𝐋𝐑𝐇

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Alexa POV

"No tienes ni la menor idea de cuanto te desprecio" 

Abrí los ojos de golpe, sentía mis pulmones arder y respirar oxigeno dolía, mi cabeza daba vueltas y sudaba frío. Sentada en medio de la cama de hotel podía seguir escuchando las palabras de Luke en mi cabeza, podía escuchar su profunda voz de molesta decirme lo que tanto temía. 

Estar sola en una habitación de hotel en Ohio mientras volvía a tener una pesadilla como las de siempre me dejaba un sentimiento de intranquilidad terrible. Trate de calmarme un poco y me recosté de nuevo, alejé la colcha de mi cuerpo buscando tomar más aire, mi pecho subía y bajaba mientras mi vista estaba en la curiosa decoración del techo. 

Logré relajarme después de unos minutos, me había concentrado en respirar y abrir y cerrar mis manos a un ritmo constante. Revisando la hora en la pantalla de mi celular en la pequeña mesita de noche a mi lado apuntaban las casi dos de la madrugada. 

Tenía que hablar con alguien, necesitaba que alguien me escuchara para quitar momentáneamente la presión que sentía en mi pecho. Haciendo cálculos mentales sobre que hora es en Los Ángeles, descubrí que apenas sería media noche allá por lo que me levanté de la cama y tomé la sudadera azul que le había robado a Luke antes de viajar. 

Tomé mi celular, mi tarjeta de crédito, la llave de la habitación y el cubre bocas para después salir de ahí. Una de las ventajas del hotel en donde me encontraba es que la sección del bar estaba abierta las veinticuatro horas, supongo que ser un hotel de cinco estrellas tenía esos privilegios, era muy afortunada de que mis "jefes" reserven una habitación en el mejor hotel de la ciudad. 

Digo jefes entre comillas porque con el paso de los meses, mi relación con Tyler y Josh es completamente amistosa pero profesional al mismo tiempo, han sido un par de personas increíbles desde el principio y han respetado cada opinión que tenga respecto al proyecto en el que estoy trabajando para ellos, siempre atentos a mis ideas. 

Al bajar en el elevador al lobby del hotel, me arrepentí de haber salido de la habitación por el terrible aspecto que tenía, me observé en el gigantesco espejo detrás de la recepción vacía del hotel y suspiré frustrada. Mi cabello era un desastre por lo que me puse la gorra de la sudadera, ajusté el cubre bocas en mi rostro y esperé que quien sea me viera, no juzgara mi pijama de gatos. 

Caminé hasta el otro extremo del lugar entrando a la zona del restaurante completamente vacío. Tragué duro y caminé hasta el fondo donde podía divisar la larga barra con banquillos altos y los cientos de licores apilados en la pared detrás de este. El sitio también esta vacío pero había un hombre en la esquina de la barra limpiando algunas copas. 

Tomé una banquillo y me senté, el hombre inmediatamente me observó algo curioso, quizás por estar a las dos de la mañana de un martes sentada en el bar de un hotel. Dejó de lado lo que estaba haciendo y se acercó a mi, alcé la vista a él y sonreí a pesar de que el cubre bocas me cubría casi todo el rostro. 

"Buenas noches, te puedo pedir una copa de Merlot, si tienes Italiano mucho mejor" Soné un poco desesperada, pero quería tener mi copa antes de hacer una llamada. 

"¿Eres mayor de edad?" Preguntó el hombre, yo junté las cejas confundida. 

"Si"

"Necesito ver tu identificación" Solté una risa algo molesta. Él alzó las cejas expectante. 

"No la traje, soy mayor de edad, tengo veinticuatro" Hablé con firmeza.

"Lo siento, es que no aparentas y no es la primera vez que algún adolescente viene diciendo que es mayor de edad"