Cap 31: Hermanos

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   Luego de Lian Yu después de volver a Star City las cosas dieron un giro de 180 grados, no solo descubrí que afortunadamente Scott había sobrevivido a Adrien, apenas; también cambie de escuela, sino que además William ahora viviría con nosotros, lo cual solo cargo el aire en casa de lo que parecía ser siempre de un ambiente tenso y cargado de emociones. La llegada de mi hermano trajo consigo una mezcla de tristeza, culpa, resentimiento y una muy sutil chispa de esperanza para mi papá. La pérdida de su madre a causa de la explosión en la isla había dejado una profunda herida en su corazón, y ahora era mi... nuestro padre quien asumía la responsabilidad de cuidarlo y criarlo ya que hizo una promesa.

Desde el momento en que entiendo que éramos hermanos y que ahora pasaríamos mucho tiempo bajo el mismo techo, traté de ser comprensiva y lo más acogedora posible pero realmente la parte de ser cariñosa no era algo que se me diera muy bien, sin embargo, he hecho mi mejor esfuerzo por que se sienta seguro. Lamentablemente, muy a mi pesar, parecía que nuestros caminos se encontraban constantemente en conflicto.

Nuestras diferencias de edad y experiencias de vida eran principalmente lo que generaban choques constantes. Por un lado, yo, había pasado la mayoría de mi vida con papá aprendiendo a cómo manejar su carácter, además de que con mis patrullajes y el entrenamiento siendo una constante en mi vida mucho de lo que se quejaba me parecía una tontería, mientras que por el otro mi hermano, quin venia de una dinámica y vida simple, ahora estaba tratando de encontrar su lugar en esta nueva dinámica familiar.

Cada vez que me hacía enojar me repetía a mí misma que estaba pasando por un momento difícil, lidiando con el dolor y la pérdida de su madre por lo que trataba de ser paciente, al igual que brindarle apoyo y consuelo en la medida de mis posibilidades. Sin embargo, casi a diario dadas nuestras perspectivas y temperamentos de polos opuestos terminábamos chocando, provocando algún tipo de riña en la que la mayoría de las veces Raisa debía intervenir para finalizarla.

La dinámica entre nosotros se volvía tediosa, era como una partitura antigua cuyas notas se habían borrado casi por completo, donde a veces encontrábamos el ritmo y otras veces tocábamos mal las notas desentonando por completo. Había momentos en los que nuestras palabras se volvían afiladas y nuestros desacuerdos se convertían en una batalla de voluntades para averiguar quién de los dos cedería primero.

Empecé a pasar la mayoría de mis tardes entrenando, ya fuera en la Aljaba, en la Atalaya o en la Baticueva junto a Dick, a quien seguro ya había hartado con mis quejas, pero era demasiado bueno conmigo y no me diría nada más que fuera paciente pero mi paciencia comenzaba a agotarse sabía que esta transición llevaría tiempo, pero yo dudaba que pudiera seguirlo haciendo por mucho más.

—¿Que te hizo el saco? — me interrogó el chico del traje rojo verde y amarillo.

—Nada, me desquito con el, es preferible a que termine rompiéndole la cara a mi hermano o algo parecido—. dije dándole unos golpes finales antes de ir hacia donde había dejado el agua.

—¿Otra vez? ¿Qué paso ahora?

—El señorito se enojó porque le pedí que me regresara un libro que tomo de mi cuarto sin preguntar y que además estaba usando para mi tarea de literatura, no me molesta que lo quiera leer, pero ¿porque no pregunta? now, le cuesta nada.

—Emma fue hijo único...

—Yo también, y no me comporto así, tú no te comportas así. Ni siquiera toca la puerta antes de entrar, el otro día entro cuando me estaba cambiando, afortunadamente solo faltaba que me pusiera la playera.

—Dale tiempo.

—Dick, tres meses, tres, solo me lo dices porque a ti te toco un amor de hermana—. conteste recordando a Artemisa quien hacia poco había comenzado a vivir con ellos

𝐋𝐞𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧 (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora