Tres años antes de William Clayton, su medio hermano, la abandonaron a la puerta de la mansión de los Queen con una nota que pedía que cuidaran de ella y con su fecha de nacimiento, sin nombre sólo eso.
Oliver junto con Robert la encontraron una ma...
Dos pequeños anuncios antes de que empiecen a leer, cuando estén los diálogos en cursiva es porque están hablando en lenguaje de señas, segundo, les pido que comenten y no sean lectores fantasma, por favor crean me que no saben lo mucho que me anima leer sus comentarios. Por último, en otras noticias he estado preparándome para mi examen de admisión de la universidad que ya es en dos semanas, recen porque ahora si me quede por favor y disculpen mi ausencia. Sin más pueden empezar a leer.
Podía que la idea de tener que ver a su hija recibiendo y dando golpeas a personas que por lo general eran el doble de su tamaño no le agradara a Oliver, pero Joe y Bruce tenían razón en una cosa y era que si la contenía tarde o temprano Emma iba a salir sin su consentimiento y probablemente eso resulta la siguiente vez que algo sucediera no la contaría. Fue por esos que casi por obligación decidió que si su hija iba a seguir saliendo iba a ser bajo sus términos y se aseguraría que pudiera volver cada noche a casa.
— Pa, que hacemos aquí? Creí que no me querías aquí—. Murmuró eso último, aunque no pasó desapercibido para su padre, pero decidió ignóralo.
— Emma, no puedo pedirte que hagas algo que yo no hago, pero tampoco planeo ponerte en peligro innecesariamente, no me perdonaría nunca si algo vuelve a pasarte—. Hizo una pausa bajando a su altura y poniendo una mano en su hombro.
— No entiendo.
— Si, vas a hacer esto, lo vas a hacer bajo mis términos—, la menor alzó una ceja—, sé que has entrenado para no depender de tus ojos y te ha funcionado, pero si tampoco puedes confiar en tus oídos, entonces necesitas aprender a sentir.
— ¿Qué? — cuestionó mientras salían del ascensor y las luces se encendían puesto que no había nadie más en el lugar.
— Ems, no siempre voy a poder protegerte. Tenía miedo de no poder hacerlo, es por eso que me he rehusado a devolverte tu traje, pero mientras antes lo acepte será mejor, más para ti que para mí...
— ¿Entonces me lo regresas? — lo corto emocionada.
— Si y no.
— No entiendo—. Afirmó regalándole una expresión confundida.
— Ya lo harás, por ahora solo cámbiate y veme abajo para entrenar.
— Okay—. No hizo ninguna otra pregunta, simplemente se puso algo más como para bajar a entrenar.
Una vez abajo encontró a su padre con un bastón corto a los que terminaba de ponerles cinta, (como la que se usa en el mango de las raquetas de tenis.)
— ¿Y eso para qué?
— Toma—, dijo Oliver entregándole dos bastones de los cuatro bastones que tenía. — ¡Wow! — Fueron apenas dos segundos los que tuvo Emma para bloquear aquel golpe y los otros tres siguientes, pero lo logro sin mucho mayor esfuerzo.
Tanto que incluso se sorprendió a ella misma puesto que, aunque sabía que sus reflejos eran buenos no creyó que fueran así de buenos, pero se lo atribuyo a la adrenalina del momento, ¿tal vez?
— ¿¡Y eso que fue!? — interpelo aún a la defensiva.
— Necesitaba saber si tus reflejos no estén oxidados—. dijo restando importancia a su pregunta. — Intentemos algo más complicado—. advirtió acercándose a ella para quitarle sus audífonos.
— ¿Espera que haces? — Cuestiono deteniéndolo tomando sus manos.
— Si vas a volver a salir, necesitas aprender a sentir.
— Okey, vas a tener que ser más específico.
— Bruce de tu entrenamiento con Dick la Atalaya.
— Claro que lo hizo— dijo con cierto sarcasmo al tiempo que se quitaba los audífonos y se los entregaba a su padre.
— ¿Lista? — le pregunto en señas a su hija ante lo que ella respondió afirmativamente terminando de colocarse la venda que Oliver le acababa de entregar.
No pudo escucharlo pero sintió el aire del bastón de su padre que logro esquivar moviéndose a la derecha, después la vibración del bastón de su padre al encontrarse con el suyo hasta su mano, y comenzó a entender a que se refería a con aprender a sentir, era más que solo anticipar era como... moverse entre dos mundos, bloqueo arriba, abajo, izquierda era como la nueva forma que descubrió para "escuchar" música, poniendo su mano sobre la bocina todo movimiento que Oliver hacia le indicaba su posición y la que le seguiría.
— ¿Pa? — cuestiono cuando dejo de sentirlo — ¡Aaah! ¡Me lleva! — murmuro lo último una vez en el suelo quitándose la venda de los ojos.
— ¿Estas bien? — Le cuestiono su padre a quien justo ahora lo veia de cabeza.
— Excelente—. respondió tratando de recuperar el aliento tras el golpe luego de caer al suelo.
— De nuevo—. dijo ayudándole a levantar.
Conforme pasaba el tiempo y tras cada golpe o derribe que recibía, poco a poco Emma empezó a sentirlo normal, empezó a anticipar los movimientos y el lugar a donde se dirigen los golpes y poco a poco incluso sin repetir los mismos movimientos, al mayor comenzaba a costarle trabajo mantenerse fuera del alcance de su hija.
Si los veías desde afuera, ni siquiera pareciera que la niña tuviera la venda o no pudiera escuchar. Eran dos vidas, dos mundos, dos personas que en parte no compartían los mismos recuerdos, pero justo ahora no importaba.
Arriba, abajo, un falso izquierda y una barrida con la que derribo a su padre fue todo lo que Oliver necesito, si podía vencerlo así, podía con todo lo que el mundo exterior le lanzara. Claro, aún era pronto para dejarla salir completamente sola, pero iba a estar bien.
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Algo cortito, y lindo a la vez, o bueno eso creo, ¿que les pareció?