Quisiera creer.

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Pov Lizzie.

Aún no logro entender de dónde saqué fuerzas para dejarla ir. Cada minuto que estoy sin ella se siente como si llegara el día de mi muerte.

Como me dejó las llaves de su departamento tuve la idea de quedarme casi todo el día allí. En unas horas tendré que ir a mi propia casa porque Robbie estará esperándome para conversar junto con el abogado.

Por un momento olvidé absolutamente todo y me enfoqué en el espacio de la mujer más hermosa y talentosa. Recorrí con lentitud cada esquina de su lugar, viendo sus discos, sus cuadros abstractos, sus tantas guitarras, algunos papeles de composición, etc. No fui muy invasiva porque todos merecemos privacidad, por esa razón no tomé sus papeles de composición, sólo los miré por unos segundos. También fui por la habitación, sólo observando las pequeñas fotos que tenía alrededor.

- Eres tan sencilla, y eso me encanta -murmuré en aquella habitación- Por esa razón estoy enamorada de ti, y por muchas razones más, por supuesto -sé que no escuchará esto, pero no importa, creo que es la única manera de sentirla más cerca.

Nuevamente fui a la sala, tomando la decisión de sentarme en el sofá grande, relajándome por completo. Cerré mis ojos recordando la primera vez que llegué aquí, no pude evitar sonreír porque todo había terminado tan bien.

Mientras sonreía como idiota, empezó a sonar mi celular. Era Robbie.

- Hola Eli, sólo quiero saber si recibiste mi mensaje -dijo el pelinegro del otro lado de la llamada.

- Hola Robbie, lo siento, no estuve muy pendiente. T/n acaba de irse de viaje y me perdí un poco en mi mundo -terminé sonriendo al encontrarme con el dibujo que Rose había dibujado y pintado. Lo tomé con mi mano desocupada, observando la mano de T/n con la mía.

- ¿Elizabeth?, ¿me puedes oír? -la voz de Robbie me hizo salir de mis pensamientos.

- Sí, lo siento, yo... ¿Puedes repetir lo que me habías dicho? -cerré mis ojos por un segundo, tratando de concentrarme en Robbie.

- Sólo quería avisarte que nos adelantaremos con la reunión, el abogado acaba de llamarme diciendo que tenía una urgencia luego.

- ¿Acaba de llamarte? -sí Elizabeth, es lo que acabó de decirte. Tonta.

- Sí, pero si no quieres adelantarlo, podríamos ver otro día..

- No, está bien -dije algo estresada- ¿A qué hora nos veremos?

- Bueno, nos veremos en la hora del almuerzo, ¿estás de acuerdo? Llevaré algunos bocaditos para compartir y que no tengas que cocinar nada -fue muy amable de su parte pensar de esa manera, pero de alguna u otra forma no hubiera cocinado. Estoy bastante perezosa.

- Está bien, gracias Robbie. Nos vemos en unas horas -colgué la llamada, dejando mi celular de lado y volviendo a mirar aquel dibujo. Rose definitivamente sabía cosas, aunque era muy pequeña también era inteligente.

Tomé las fuerzas suficientes para levantar mi trasero de aquel cómodo sofá, dejando el cuadro del precioso dibujo en su lugar.

T/n me había dado permiso para utilizar toda su ropa, y opté por una remera holgada, esas que usa para dormir. Antes de ello, fui a refrescarme un poco para así preparar un rico desayuno.

Al salir del baño ya con la remera puesta y el cabello húmedo fui directo a la cocina, sabía que mi hermosa casi novia era saludable, así que no tuve problemas con preparar algo.

La extraño, pero no quisiera llamarla ahora, estará conduciendo y compartiendo con su amiga.

- Sal de mi cabeza, sólo por unos segundos T/n -dije en voz alta. Es increíble lo profundamente enamorada que estoy, es increíble cómo puede cambiar mi humor y dejarme con la cara más estúpida siempre- Mejor no salgas de mi cabeza -reí al darme cuenta que hablaba conmigo misma.

Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora