A través de la máscara | Adaptación Minsung

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Su mirada intensa provocaba que mi cuerpo comenzara a temblar, dudoso bajé de la tarima y me dirigí a él.

Mi corazón latía frenético y no sabía por qué.

Cuando estuve a escasos centímetros suyos noté que comenzó a olfatearme, sin duda mi fragancia era demasiado empalagosa, me encantaba el dulce y sabía que el aroma era muy fácil de hacerse notar. Pasa inconscientemente su lengua por sus labios y unas ganas de probar esos labios suyos se encaja dentro de mi estómago.

¿Qué mierda estoy pensando?

Después de tanto tiempo.....yo...yo...deseaba a alguien.

Quería tocarlo, quitar las asquerosas manos de las putas del lugar y pasar mi lengua borrándole cualquier pizca de contacto que no fuera él mío.

Estaba claro.

Tenía una erección y esta no me dejaba pensar, no sabía lo que decía.

Ambos no decíamos ninguna palabra, miraba lo mínimo que me dejaba apreciar su máscara. 

Sus ojos negros y sus labios.

Inconscientemente mojé mis labios, no era para nada feo.

Era atractivo, un hombre realmente caliente. 

Di un vistazo rápido a sus manos, sus dedos se movían ansiosos, me atreví a sonreír seductoramente.

Y lo miré de la misma manera que me veía él, nuestros ojos brillaban con deseo.

Un carraspeo me saca de mis pensamientos y giro mi rostro.

El Señor C viene hacia nosotros. Mi cuerpo se tensa cuando veo la tarjeta plateada en sus manos. 

Era una alerta, no podía pasar los límites.

Ser callado, dócil y provocativo.

Prácticamente ser un títere. 

Comienza a acercarse y mis ojos brillan con miedo. No podía hacer algo mal o todo se iría al caño, estaba jugando con fuego y ya estaba advertido, un mal movimiento y voy para afuera. 

- Veo que ya has elegido - me miró, mostrándome nuevamente la tarjeta - Ya sabes que hacer 508 - asentí, mirando cualquier lugar que no fuera su rostro, no quería que me recordara las estúpidas reglas que acordó con mi primo. 

- ¿Qué se supone que estás haciendo? - me sorprendí al escuchar su voz grave y varonil.

 - No es nada malo, son políticas del lugar, es solo que 508 es muy tímido, es mi mayor atracción aquí - suspiró - Te estaré esperando - le dijo al hombre frente a mí - Ya sabes lo que tienes que hacer - me volvió a repetir.

Ya no había salida.

Habíamos acordado que si, su amigo me pedía, no podía negarme, que coincidencia. 

Le regalé un asentimiento con mi cabeza cuando finalmente se retiró dejándome a solas nuevamente con el hombre. 

Solté un pequeño suspiro y él me miró. Su mirada curiosa, evaluándome.