Querida August
Hoy fui a la escuela después de estar varios días sin poder ir, tuve que ayudar a la abuela con la granja luego de que el abuelito estuviera enfermo. La cercha pintada de colores parecen lápices gigantes con los que pareciera pintaron el hermoso resplandor que me acompaña todas las mañanas. Al abuelo le hicieron unos estudios hace poco, así que podremos saber a ciencia cierta lo que tiene, espero no sea algo malo por qué se acerca el festival de la cosecha a fin de mes y vamos a concursar juntos con una enorme calabaza.
Por cierto, te acuerdas lo tanto que te gustaba la torta de auyama con una taza de café. Nos sentabamos sobre la baranda que daba hacia el norte, las que se manchaban de un amarillo verdoso cuando a las gardenias les pegaba el sol de frente, mientras mirábamos la línea fina del horizonte.
La maestra me dijo que tú te fuiste por ahí, ahora contemplo su infinito a la espera que el olor del café te traiga de vuelta con nosotros como cada una de esas tardes. Una estrecha guía al igual que el atlas de la biblioteca, con venas de raíces hechas de castaño que te conduzcan desde la calamidad y griten tu nombre en nuestra ayuda.
A la espera de que todavía puedas tostar los granos de café como nos enseñó la abuela, Ethan A.
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Las Memorias de Ethan
Historia CortaEn un mundo donde la vida cotidiana está llena de recuerdos y desafíos, se oculta una historia de profunda introspección y emociones intensas. Una tormenta de lluvia cubre los errores del pasado y alguien atormentado busca refugio en una granja aisl...
