Cuando Lionel comienza a notar que Memo se alejaba más de él poco a poco, siente una gran confusión al no saber que fue lo que hizo mal para que eso terminara ocurriendo.
Messichoa
(Lionel Messi x Guillermo Ochoa)
Érase una vez, creo que era un martes cuando llamé tu atención; y nos enganchamos a algo...
La primera vez en la que se vieron y conocieron la presencia del otro, fue hace muchísimos años atrás, cuando aún eran jóvenes e imprudentes, sin conocer realmente a lo que se enfrentarían en el futuro. Cuando se dirigieron un par de palabras, fue en el mundial Qatar 2022, en donde una vez más sus caminos se cruzaron.
Lionel jamás pasó desapercibido las miradas que Guillermo le otorgaba cuando se encontraban en la cancha o en los vestidores, aunque pareciera que sí. Así que el argentino tomó la decisión de acercarse y entablar una conversación con su contrincante, aunque lo que no esperó fue el hecho de tener tanto en común con Memo.
Eso logró que una bonita amistad naciera en ellos. Las salidas seguidas tampoco se hicieron esperar, igualmente los rumores que circulaban entre los compañeros de sus respectivos equipos.
«¿Estás saliendo con Messi?»
«Creo que Ochoa es algo mayor para ti»
«Que linda pareja hacen, ¿Cuándo es la boda?»
Y muchísimas otras cosas más escuchaban día a día por parte de sus amigos, pero ambos siempre respondían lo mismo: Solo eran muy buenos amigos, y que esa era toda su relación. Aunque esas respuestas jamás detuvieron por completo aquellos comentarios.
Hasta que después de un par de meses, ya el mundial había terminado y solo visitaban el país del otro cuando su agenda estaba disponible, en uno de esos dichosos viajes que Messi visitó México decidió dar el primer paso, arriesgándose inmediatamente a caer, pero estaba tan confiado que Memo siempre estaría ahí para atraparlo. Le propuso noviazgo al de rulos, y este último aceptó emocionado.
Quizás ese ha sido el mejor día que Lionel Messi ha vivido y recuerda con mucho cariño hasta el día de hoy, aunque prefiere siempre mirar al pasado que vivir en el presente.
Las cosas han cambiado... Demasiado.
...Me aferré a la noche, me miraste a los ojos y me dijiste que me amabas, ¿solo estabas bromeando?...
Había pasado un año y unos cuantos meses desde que se convirtieron en novios oficialmente, pero ya la magia de ensueño que había antes parecía que se había desvanecido por completo. Ochoa siempre se la pasaba fuera del pequeño apartamento que habían comprado para vivir juntos en Estados Unidos, regresando solo en la noche para descansar y yéndose muy temprano en la mañana a Dios sabe donde.
Al principio le parecía normal al argentino de ojos café, no tenía porque preocuparse, hasta que esa rutina perduró por meses y meses hasta el sol de hoy. Ya los apodos cariñosos habían desaparecido, y las caricias que tanto amaba también había tomado el mismo camino. Hasta solo habían tenido sexo solo una vez en todo el año de relación que tenían.
—¿Me amas? —Preguntó un Messi recién levantado al ver como Guillermo ya estaba tomando las llaves del departamento para irse.
—Claro que lo hago —Contestó el más alto, antes de acercarse al argentino y darle un beso en el cachete. Ya no existían los apasionantes besos que se daban los primeros meses, solo cortos besos en la frente o en la mejilla.
Messi solo pudo esbozar una falsa sonrisa, hasta que su novio se marchó del recinto. Solo ahí pudo sacar a flote lo que verdaderamente sentía: Tristeza. Además que cada día que pasaba, una pregunta comenzaba a predominar entre todos sus pensamientos: ¿Qué fue lo que hice mal?
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N/F
¿Quién dijo que todas las historias de amor deben ser completamente felices?
