La Guerra del Chavo del 8

La Muerte de Don Ramon y Chilindrina

Era un lindo amanecer, el chavo estaba durmiendo en su barril. Don Ramon lo despertó enojado.

-¡Chavo!- le grito Don Ramon.

-¿Qué paso, Don Ramon?.

-¿Tu te escabulliste en mi casa a por comida?.

-No.

-Claro que si. Eres hambriento y no le quitas un ojo encima a la comida.

-Pero yo no fui.

-Si, claro, como no.

Don Ramon le quito la gorra al chavo y le pego un zopapo (un golpe, para los que no son de Argentina).

-¡Pi,pi,pi,pi,pi!- lloraba el chavo.

-"¡Pi,pi,pi,pi,pi!"- imitaba Don Ramon en forma de burla.

El chavo se escondió en su barril y Don Ramon se fue a su casa enojado.

-Papi, ¿ya solucionaste lo del chavo?- pregunto la Chilindrina.

-Claro que si, ya no robará más comida.

-No creo que haya sido el.

-¿Y por qué crees que el chavo no fue?.

-Por que en realidad fueron unas marmotas las que robaron la comida. Y si el chavo fuera el que robara, no habría nada de comida.

-Bien, te creo. Ahora me iré a disculpar con el chavo.

Don Ramon salio de su casa y fue a buscar al chavo.

-¿Chavo, estas ahí?.

El chavo salió del barril.

-Si, ¿que pasa?.

-Resulta que no fuiste tu, por que si fueras tu, ya me habrías robado toda la comida.

-Y me darás una tarta de jamón, ¿no?.

-Si, ¿sabes cuando?.

-¿Cuándo?.

-En el 4 de Julio de 2000 NUNCA.

El chavo se puso feliz, por que se lo tomo literal.

-Ok, ¿me quedo esperando?.

Don Ramon se quedo mirándolo.

-¿Sabes que? Me voy- dijo Don Ramon.

Don Ramon se fue a su casa. Y el chavo se quedó esperándolo.
La Chilindrina salió de la casa y por accidente lo golpeó al chavo con la puerta.

-¡Chavito, ¿que haces?!.

-Estoy esperando a que tu papa me de una tarta de jamon.

-¿Por que?.

-Por que yo le pedí.

-Pero no tiene.

-De todos modos voy a seguir esperando.

-¿Quieres jugar?.

-No puedo, estoy esperando la tarta de jamón.

-Como quieras.

La chilindrina se marchó.

Kiko apareció lamiendo su paleta.

-Hola, Chavo. Mira lo que me compro mi mami.

El chavo se relamio por la paleta.

-¿Me comvidas?.

-No, por que es mía.

-¡Ya, Kiko! Me canse de que siempre me andes negando tu paleta.

(por fin se revela)

El chavo agarro la paleta.