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VICTORIA
ENERO 5, Washington Estados Unidos.
Pasamos el año nuevo con nuestros amigos en la casa de Santiago y Ivanna, no puedo estar más feliz porque estamos haciendo muchas cosas juntos, juntando fechas especiales que me hacen feliz pero lo más importante y lo que más me gusta es que estamos juntos.
Después de que hemos pasado tantas dificultades juntos, seguimos fuertes y enfrentándonos a las adversidades de nuestro alrededor.
Me siento en una nube desde la noche de la cena, soy consciente de lo que Samuel siente por mi pero una cosa es saberlo y otra escucharlo. Lo demuestra mucho con acciones, pero escucharlo también se siente bonito. No cualquiera hace las cosas que él ha hecho por mí, eso es amor puro y seguro. Mi corazón no dejará de latir nunca por él porque él es lo más importante en mi vida asi como soy yo en la suya.
No he dejado de darle vueltas a las palabras de la indigena pero tampoco a el negativo que salió en el test de farmacia.
¿A que creerle? ¿A las pruebas de embarazo o a los elementos de la tierra?
Incluso me ha pasado por la cabeza que me estoy volviendo loca y no estoy embarazada nada, los síntomas pasaron todos excepto mi periodo.
Tuve un ligero sangrado y en sentido cólicos así que no quiero adelantarme a nada.
Solo me voy a hacer la prueba de sangre para salir de dudas.
Los soldados intentan técnicas de asfixia entre ellos mientras los observo con los brazos cruzados. El reloj en mi muñeca vibra indicando una junta con los Elegidos, sacudo la cabeza sacando los pensamientos de mi cabeza.
Ya lo resolveré.
—Es todo por ahora. —le hablo a los soldados quienes me hacen un saludo militar antes de salir.
Salgo del gimnasio, hoy vamos a conocer al nuevo soldado que llego a Washington el día que tuvimos la misión en Brasil, no se si es mujer o hombre solo se que viene del comando de Australia. Entro al baño y me acomodo el cabello después de hacer mis necesidades.
Camino por el pasillo y saludo a uno que otro soldado que camina por el, entro en la sala de juntas y ya varios de los Elegidos están sentados, Samuel no está y tomo asiento en mi lugar saludando a los chicos. Aún no les he contado lo que recibí en la casa la mañana de la cena. Ni siquiera sé qué hizo Samuel con ese <<regalo>> por mi que lo haya tirado o quemado. Me da lo mismo.
Este es el primer día en el comando después de los días festivos así que tengo que centrarme en lo que realmente tiene importancia. Uno de nuestros informantes por fuera nos dijo que va haber una reunión de narcos de diferentes países en Las Vegas, no sabemos quienes son los narcos que estarán en la dichosa reunión pero sí sabemos que Aurelio Torres estará allí, según nuestras fuentes se está comercializando una versión mejorada de la Heroína.
Todos terminan de llegar y mis ojos viajan a Samuel quien entra con una mujer de cabello rubio, rápidamente la detallo. Es delgada, tiene el cabello largo de un color castaño claro, ojos verdes claros y nariz pequeña. Nos ponemos de pie para darle la mano, ella sonríe de manera carismática y Samuel toma asiento en su silla.
Llego hasta ella quien me sonríe con dientes blancos y derechos, una brillante sonrisa. Le doy la mano sonriéndole para atrás, si está entre nosotros es porque tiene que tener muy buenas habilidades al igual que todos nosotros, ademas después de tantas faltas se siente bien cara nuevas.
