V

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Los cuatro se encontraban en silencio recorriendo el aeropuerto esperando anuncios sobre su vuelo, sus representantes irían en otro vuelo, los más chicos se mostraban felices pero entre los mayores existía una tensión que cualquiera que los viera podría notar.

— Ey, ¿no creen que está pesado el ambiente? — Luis rompió el silencio dejando la pregunta en el aire, Kevin le dió un manotazo en señal de que se callará, señal que el otro decidió ignorar — Cómo que está raro todo, ¿Ustedes lo notan? — pregunto está vez dirigiéndose a los mayores, que se voltearon a ver pero solo negaron

— Son tus nervios, mirá, allá venden hamburguesas, ¿Podemos comprar? — comentó Kevin intentando desviar la conversación pero su amigo no cooperaba.

— Vamos, pero solo tú y yo porque ellos traen mala vibra y nos hará daño la comida y el vuelo es largo, no quiero ni imaginarlo — Luis jalo a Kevin de la muñeca y unos pasos más adelante se volteo a ver a los otros que se habían quedado atónitos por sus comentarios — No tardamos, tal vez tengan unos veinte minutos para hablar. — Termino haciendo a Memo rodar los ojos mientras que Kevin le ponía una mano en la boca y se lo llevaba

— ¿Nos esperan aquí? — Kevin preguntó, recibió un gesto de asentimiento con la cabeza de parte del argentino y sonrió. — ¿Quieren algo? — Está vez fue memo quien negó — Vale, ya volvemos.

Ambos se quedaron en silencio nuevamente y buscaron una banca frente al local para esperar a los otros.

— Parece que agobiamos a los chicos — Guillermo fue el primero en hablar sorprendiendo al otro

— Me di cuenta, tal vez si necesitemos hablar. — Leo quería que el otro bajará un poco sus defensas, tal vez que se mostrará un poco más como era con sus amigos o con sus niños.

— ¿Hablar de qué? — ambos mantenían la vista al frente.

— Lo que paso esa noche, la razón por la cual me evitas, tal vez hasta el porqué parece que te incómoda estar conmigo  — Messi volteo a ver al otro, pidiendo silenciosamente que este regresará la acción

— No quiero hablar de eso, ni siquiera lo recuerdo bien, y no, no te evito y mucho menos me caes mal o eso...solo no me transmites confianza — Ochoa decidió decir la verdad...a medias

— ¿Por qué? Ya te demostré que solo quiero lo mejor para Luis, incluso acepte traer a su amigo con nosotros para que se sintiera mejor y estuviera más cómodo allá.

— ¿Así que tenías contemplado que yo iría? — El rizado se giro para ver al otro, Messi bajo la cabeza notando su error.

— No, bueno tal vez, se nota que son muy cercanos y supuse que te pediría ir con nosotros si aceptaba, solo eso.

— Mmh, te creeré, aún así no me das tanta confianza.

— ¿Seguro que no tiene nada que ver esa noche? ¿No recordás nada?

— No, pero tú al parecer sí, dímelo.

— Solo te recuerdo a vos en mis piernas — El otro soltó un pequeño ¿Qué? — No, estabas dormido apoyado en mis piernas, y tal vez también tenga vagos recuerdos de nosotros bailando. — Dijo esto último más bajo pero lo suficientemente audible para el mexicano.

— Ah, cre- creo que yo también nos recuerdo bailando — el mexicano sintió como su cara se calentaba.

— Bien, ¿ya ves? Al parecer no hicimos nada malo, ¿podemos seguir hablándonos bien? No quiero afectar a los chicos.

— No esperes tener una amistad conmigo, pero está bien, ya no te evitaré.

— ¿Ves como sí lo hacías? — El argentino alzó la voz apuntando al arquero con un dedo y gesto acusatorio, haciendo que el otro soltará una pequeña risa

Excusas || Messi x OchoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora