Deseo Púrpura

Parte 7

¿Qué? ¿Yo desde cuándo tenia ese contacto en mi celular? ¿amo?. Acá ciertamente debía haber un error o bien, el maniático, muchas veces, desagradable de Lee, me estaba jugando una broma de aquellas. Tomo mi celular para leer el mensaje:

"Mi pene te extraña. ¿y si nos vemos esta noche?"

¡Esto tiene que ser una locura! Era imposible que fuera una broma de Lee, él jamás se atrevería a enviarme un mensaje así. Yo estaba 100% segura que no había guardado ese contacto y siempre cargaba conmigo mi celular, solo lo dejaba cuando me duchaba o bien cuando dormía y aún así muchas veces terminaba durmiendo con él en las manos. Reconozco que soy una Obsesa del celular. Nadie había tenido contacto con mi celular últimamente, suelo ser bastante cuidadosa con eso y caí en cuenta de que si había alguien que tuvo la posibilidad de tomarlo sin que yo lo notara.

Namjoon. ¿Amo?. Un flashback retumbó mi mente en ese momento, recordando que él había sido el único que se había dirigido como "Amo" hacia mí aquella noche. ¿En qué momento tomó mi celular?. Sin duda pudo haberlo hecho cuando yo dormía y él tuvo tiempo para dejarme una nota y una rosa, claro que tendría tiempo para meterse en mi teléfono y agregar su contacto. ¿Pero porque lo haría? Hace ya dos semanas que no sabía nada de él, no había aparecido por el bar y tampoco había recibido un mensaje como este. Mi mente orgullosa y llena de dignidad, solo repasó una vez más aquel mensaje y lo ignoré por completo. Namjoon había desaparecido, literalmente, dos semanas y qué, ¿Ahora pretendía que respondería a sus peticiones sexuales de inmediato?, pues no. 

Ese fin de semana tenía por fin, después de un año, días libres para poder hacer lo que quisiera. Lo primero que se me vino a la mente, fue ir a visitar a mi tía a la isla de JeJu y Quedarme toda la tarde cerca del mar. Eso fue precisamente lo que hice. Emprendí camino a casa de mi tía, mientras aprovecha el tiempo del viaje, leyendo un libro que me recomendó Lee hace un tiempo y jamas terminé de leer debido al poco tiempo que disponía para aquello. No sé qué tipo de lecturas son las favoritas de ese idiota, porque el libro era aburridísimo y yo supuse que lo mejor era dormir hasta llegar a JeJu. Creo haberme quedado dormida al instante y comenzar a sentir que alguien sentado a mi lado, era demasiado grande y estaba comprimiendo mi asiento. Qué fastidio. Giré mi cabeza para poder decirle que me estaba incomodando, pero el hombre a mi lado estaba durmiendo plácidamente, con gorra negra, tapabocas del mismo color, vestido con ropa muy casual y un libro en las manos. Al menos no era la única que le había parecido aburrido el libro que se supone decir estar leyendo. Me acomodé en lo que restaba de espacio y volví a dormir.

Desperté en el preciso momento en que el transporte había llegado al terminal, así que giré mi cuello para evitar algún malestar muscular, miré por la ventana intentando encontrar a mi tía que había prometido esperarme ahí y esperar a que el resto de los pasajeros descendieran. El hombre a mi lado tomó el libro en sus manos y se levantó de la silla haciendo el gesto caballeroso de dejarme pasar a mí primero para poder bajar del transporte. Acepté. Cuando pasé por el lado de él, una sensación bastante extraña invadió mi cuerpo por completo. Pude percibir un aroma que me resultaba familiar, un aroma que había sentido en algún otro lugar y ahora me estaba dando una especie de dejavú. Bajé del transporte intentando recordar dónde había sentido ese perfume antes mientras escuché a mi tía gritando mi nombre desde lejos y acercarse rápido cada vez más. 

- ¡Clara! ¡clara! - Moviendo sus brazos hacia el cielo con afán - ¡Acá estoy sobrina! -

- ¡Tía! - Grité eufórica por la alegría que me causaba poder volverla a ver después de casi un año - No sabes cuanto te extrañaba tía - La abracé - Te he echado de menos.

- Yo igual sobrina, debes estar cansada así que vamos a casa - Siempre hablándome con una sonrisa en la comisura de sus labios -

- Eres lo máximo tía - Le sonreí. Subimos a su auto y partimos rumbo a su hogar.

- ¿Cómo has estado?, la ultima vez que hablamos estabas trabajando en ese bar y estudiando ingles - Dijo mientras miraba el camino.

- Sigo en lo mismo tía, trabajando en el mismo bar y estudiando ingles - Solté una risita.

- Mmm y ¿Algún novio? - Preguntó mientras giraba a la derecha para tomar la ruta que nos dejaba a 5 minutos de su casa - Si no me quieres contar esas cosas esta bien, solo pregunto porque eres hermosa y podrías tener un novio. 

¡Já!, si supiera. Reí para mis adentros.