Poinsettia 4

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Jaemin pudo ver en cámara lenta, el cielo nocturno, la brillante luna, las nubes blancas y esponjosas, el viento sobre su rostro y su cabello estampándose sobre su cara. Jamás pensó que iba a estar volando sobre un dragón.

Si apenas unos días atrás había montado una escoba. Jeno era un dragón enorme. Era negro y rojizo, no parecía uno de Poinsettia, hasta que Jaemin se dio cuenta de que era un dragón rojizo al igual que el hielo que lanzaba, igual que Jaemin, no porque el hielo fuera azul como los colores de su reino, sino por el significado de su reino, Poinsettia significaba nochebuena, la flor característica del país.

—¡Salvemos el reino! —Jaemin gritó mientras montaba a Jeno.

Jeno gruñó y el cielo se iluminó de una nieve rojiza en forma de nochebuena, Jaemin estaba confiado en que al fin pasaría algo bueno.

Y pasó, cuando la gente lo vio volar, los mayores se transformaron, era su señal, el príncipe había vuelto. Más cuando Jeno lanzó por su boca un disparo de hielo rojizo, al igual que el que salía de las manos de Jaemin.

"¿Sí te dejo caer crees que me perdonarías?" Jaemin se sorprendió al escuchar la voz de Jeno, al parecer podían comunicarse por medio de la magia.

—No, porque sé que jamás me dejarías caer.

Jaemin observó hacia atrás, decenas de dragones lo seguían, había de todos tamaños y colores, luego, pudieron ver que Doyoung era atacado y casi derrotado por los caza dragones.

—¡Deténganse! —Jaemin les dijo.

—¡Más dragones! —Gritaron y los asesinos de dragones comenzaron a lanzar sus flechas.

Jaemin no quería que Jeno fuera herido, pero no fue necesario ya que Jeno usó un escudo, el haber durado tanto como un humano fue que aprendía a usar magia también en ese cuerpo, nadie lo dañaría, ni a él ni a Jaemin.

El dragón gruñó y lanzó un rayo de hielo rojizo.

Los dragones que venían detrás, los dragones de fuego lanzaron sus llamaradas al cielo, haciendo que las nubes se tiñeran de rojo y la lluvia de cenizas continuara, los mayores eran libres, los jóvenes dragones en cuerpo de humanos solo verían la lucha de lejos.

Porque los cazadores de dragones se habían convertido en una comunidad muy grande, con asesinos de todos los reinos, se habían asentado en Poinsettia esperando a que el último príncipe regresara, reclamara su trono y se revelara que el último dragón cambiara su forma.

Renjun solo era detenido por Yangyang, Renjun no sabía qué debía hacer.

—Debería ir a protegerlos, yo juré que mataría al último dragón. —Renjun susurró.

—Debes abrir los ojos, Ren. —Yangyang le dijo. —Ese enorme dragón es nuestro amigo Jeno. ¿Realmente lo matarás?

—¡Sí! Los dragones son agresivos y han matado a...

—¿Jeno ha matado a alguien? —Yangyang le interrumpió.

—No, él siempre fue muy amable, pero Jaemin...

—Jaemin es el príncipe, míralo allí y mira el cielo teñido de rojo. —Yangyang soltó una risa. —Tan obvio y nunca lo vimos.

—Me voy a quedar solo, Yangyang. —Renjun abrazó el brazo de su compañero y pareja de baile. —No es justo, tú aun tendrás a las hadas, Jeno fue criado en el palacio, ¿Y yo? Seré abandonado de nuevo, no solo cuando nací, sino ahora, sino fuera por ellos yo no hubiera sobrevivido...

—Ellos te usaron, Ren. —Yangyang le dijo. —Pensaron que serías el príncipe o un dragón, o ambos, y te hubieran asesinado si hubieras sido alguno.

El dragón de Nochebuena (NoMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora