CAPITULO 16
Desperté al momento de aterrizar y mi cuerpo se sentía demasiado liviano, bajé y fui por mis maletas, miraba a todos lados mientras los escuchaba, todos hablaban y caminaban rápidamente.
Caminé por donde indicaban las flechas y lo que parecía ser la salida, observé algunos anuncios de publicidad y pensé que algunas personas eran tan privilegiadas. Cuando llegué a las puertas principales afuera había un hombre mayor con un cartel con mi nombre.
—Excuse me, I am Samantha Anderson —hablé torpemente, con cierta inseguridad.
—Welcome —sonrió y lo quedé mirando sin comprender, realmente tenía problemas con mi propio idioma, más aún en un país diferente y no era exactamente por la lengua sino por el lugar en el que estaba.
—Sorry... —divagué con la mirada sosteniendo con fuerza mi maleta.
—Disculpe, la llevaré a la residencia Anderson. —agregó con amabilidad.
—¿Residencia? —cuestioné confundida.
—A la casa de su padre.
—Okey —dudé y me indicó el auto al cual me acerqué y abrió la puerta por mí.
Subí dudosa, no porque no comprendiera sino por el hecho de que hablaba muy formalmente.
—¿Usted quien es? —me atreví a preguntar
—Soy el chofer del señor Anderson, y también estaré a sus servicios —respondió sin apartar la mirada del volante.
—Entiendo —volví a dudar —¿llegaremos pronto?
—En unos 20 minutos, no se preocupe.
Me acomodé en el asiento mientras miraba la gran ciudad, era fascinante y muy bonita haciendo que inconscientemente se me dibujara una sonrisa.
—Llegamos —se detuvo repentinamente.
No lo había notado ya que venía muy perdida en la vista, pero bajé del coche y no pude evitar sorprenderme por la enorme casa que tenía en frente. Lo seguí hasta que abrieron la puerta principal y pude ver a un hombre de unos 40 años de edad.
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CICATRICES [FINALIZADA ✓] |+18|
Teen Fiction«"Dicen que las heridas sanan con el tiempo, pero las cicatrices perduran en éste".» Las palabras resonaron en mi alma, como un eco de mi propio pasado. Un pasado que parecía tan lejano, pero que aún me perseguía con sus fantasmas. -Jamás creí te...