Messi
Esos rizos, tan suaves y claros... Con un aroma a shampoo delicioso. No quería dejar de acariciar su cabello y tenerlo entre mis dedos.
—Me imagino que esto es una despedida —musita quitando un botón de en medio de mi camisa, para que sus labios puedan penetrar directamente en mi piel. Sigue dejando pequeños besos, para enseguida sacar su lengua y pasarla por mi pecho. Está fría...
—Ohh, me parece que sí —comienzo repitiendo en mi cabeza que este momento se congele, que así todo perdure hasta que pueda morir, solo así.
—Voy a irme mañana, Lio... —Apenas termina su frase, me hace estremecer metiendo su mano por el agujero de mi camisa, pasando sus dedos por mi pezón derecho, acariciarlo y succionarlo un poco. Ahora lo muerde delicadamente y con su otra mano va directo a mi cuello. Tiene unas manos muy grandes, estoy comenzando a temblar.
—Y-yo sí quiero dejarlo todo. Ya no puedo comparar mis emociones al salir a la cancha y al estar con vos porque movés más mi corazón que el mismo fútbol —explico extrañamente excitado y a punto de soltar un par de lágrimas. La razón la tengo, no me siento igual que cuando el mundial comenzó, no siento que sea el mismo y es gracias a él que volví a sentirme pleno.
—¿Te gustaría retirarte ahora? Teniendo apenas 35 podrías seguir haciendo del fútbol algo muy chingón —se detiene únicamente para hablar pero después sigue excitándome sin intenciones de parar.
—Ahh, Memo... Muchos futbolistas se han retirado a mi edad —consigo decir cerrando los ojos y poniendo mi concentración absoluta en lo que me está haciendo— Creo que tenés que irte —quito su mano de mi cuello pero sin dejarla ir para observar cómo sus ojos entreabiertos miran mis labios con deseo. En eso, me monto en su regazo para estar aún más cerca, y es que esos ojos cansados café claro me vuelven loco cuando los veo.
—Tienes razón —afirma tomando mis mejillas con sus dos manos, regalarme una sonrisa mostrando sus dientes y acercarse a mí para besarme. Ahh, sus labios saben a jugo de manzana y ni siquiera sé porqué. Tal vez bebió un poco de jugo cuando dejó a Lucciana pero que bien sabe. Oh.. Pensar en sus hijos mientras nos besamos no es la mejor idea; ahora me siento más triste, no debería lastimarlos de esta manera. «Cerrá el orto, Lionel» Bien, casi ni me di cuenta cuando me metió la lengua. Se siente un tanto áspera pero igual está resbalosa, «Obviamente, tiene saliva y ésta es resbalosa. La puta madre, ¿qué estoy pensando?» Me separo de Memo para callar mis extraños pensamientos, tal vez mirarlo ayude. Se encuentra confundido cuando lo hago, pero después ahora sí no dejo ir sus labios ya mojados y me adentro a su boca con mi lengua. Comienza a suspirar fuertemente. Yo sé que me desea, yo también. Dios mío, me lo quiero comer entero; probar su piel salada por el sudor y jalar su rizado cabello cuando me haga gritar de placer, pero también quiero que me abrace, quiero que bese mi frente antes de dormir y despertar a su lado cuando tenga que ir a entrenar. ¿Es una vida de casados la que quiero con él? Que viejo me siento.
Aún se siente la cicatriz que le hice en el labio...
—¿Tú esposa no preguntó por la cicatriz? Te saqué mucha sangre —pregunto ingenuamente con lo que creo yo, es una cara tierna y él solo me mira sonriente y aguantando una risa.
—Si, Lio. Le dije que me golpeó un balón en el entrenamiento —explica pasando sus manos a mi cintura y acariciándola mirándome como si fuera lo único que necesitara para vivir. Yo igual me siento así...
—Me gusta mucho tu sonrisa, también me gusta verte jugar —admito intentando sonreír un poco.
—¿Ah, sí?
—Si, te veré jugar cuando regreses con tu equipo. Por cierto, no lo dije antes, pero vos y la selección lo hicieron muy bien. Se lucieron en ese último partido —me regala una sonrisa un tanto falsa, como si estuviera escondiendo el dolor que siente de que no hayan avanzado a pesar de haber ganado el partido.
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Las metidas del mundial // Messi x Ochoa
Fanfiction⚠️Contenido maduro muy explícito⚠️ PORTADA HECHA POR MÍ, NO ROBAR Si no les gusta, no lean, mejor. Terminó el partido de México y Argentina. Todos sorprendidos y ensimismados jamás pensaron que todo lo que sospecharon sobre las figuras públicas más...