Junto sus manos para llevarlas arriba y así estirarse, se había levantado de madrugada para ordenar el desastre que habían generado en su ausencia y, recién al mediodía, había acabado. Si bien había estado limpiando hasta hace minutos fue una mañana tranquila, los otros dos se habían ido luego de su desayuno para una misión sobre eliminar algunos demonios, no iba a negar que estaba preocupado, luego de lo sucedido se encontraba mas sensible con poner sus vidas en peligro. Era consciente de que sus años se habían reducido luego de utilizar su habilidad, el futuro que algún día imagino se había reducido a siete años, de un momento para otro el árbol que cuidaba perdió todas sus hojas y eso le aterraba.
Termino de colocarse la corbata para mirarse una ultima vez al espejo, le desagradaba el contraste que hacia sus ojeras con la palidez que había ganado esta ultima semana. Soltó un suspiro resignado antes de salir del departamento rumbo a la oficina, una parte de él le pesaba cada vez que daba un paso pero en el fondo sentía una pequeña emoción, la pelirroja no se había pasado por el hospital debido al trabajo así que la idea de volverla a ver le daba una pequeña ilusión.
Intentaba mantener la vista firme, no quería mirar para abajo como si fuese un cobarde pero no podía evitar que sus ojos viajen a sus pies aunque sea por un milisegundo. Le dolía ver aquellos pasillos, había caminado tantas veces por allí con Himeno que el no estar escuchando su voz en estos momentos se le hacía extraño. Llevo su mano al bolsillo para retirar la cajita de los cigarros, creyó que al olerlo lo calmaría, que actuaria como un placebo debido a su ausencia pero fue todo lo contrario. Lo único que consiguió fue una presión en su pecho haciendo que ese sentimiento reaparezca de nuevo, que sienta que ese dolor era el precio a pagar así que no dudo en colocarlo en su boca y prenderlo, inhalando hasta llenar sus pulmones para luego soltarlo, ocultando un desgastante suspiro dentro del humo.
Tiro el cigarro en unos de los tachos que se encontraban en la entrada de la oficina, tomo aire e ingreso para encontrarse con dos cabelleras rojas, una que conocía de memoria y otra que lo estaba apunto de hacer.
- Aki, tanto tiempo. Te presento a Ángel Devil, tu nuevo compañero- que irónico, fue lo primero que cruzo por su mente al escuchar el peculiar nombre del muchacho. Su mirada fue hacia él, sus ojos se encontraron indicando que lo había estado observando, aunque desvió la mirada para luego fruncir la nariz por unos segundos, supuso que el olor a tabaco se había impregnado en su traje. -. Es uno de los miembros más fuertes, lo elegí personalmente porque creo que harán un buen equipo. Con su fuerza estoy segura que podrán acabar con El demonio pistola.
En otros momentos le alegraría escuchar sobre examinar aquel demonio pero ahora le generaba un sentimiento extraño, una mezcla de temor y duda pero no dijo nada, no quería parecer débil y menos frente a ella.
- Gracias, Señorita Makima.- fue lo único que se le ocurrió decir en el momento, aunque tampoco es que tuviera demasiadas opciones, si es cierto que ella fue la que lo escogió para él no iba a cuestionarla.
- Ángel, puedes retirarte. Mañana a esta misma hora tendrán su primera misión como equipo, los datos les serán enviados más tarde- ambos asintieron, el más bajo se retiro luego de pedir permiso dejándolos solos. - Tengo que advertirte dos cosas y luego podrás irte tú también.
[⌛]
En resumen, había que tener en cuenta dos cosas. Mantener algún tipo de contacto físico le restaría tiempo de vida, aunque más mínimo sea y la segunda era su pereza, en otras palabras seria la nueva razón de sus dolores de cabeza pero su gran poder compensaría aquello. Si lograba llevarse bien con él podría usarlo y llevar a cabo la venganza que buscaba hace años pero pensar en eso le sabia amargo, siempre anhelo llegar a su objetivo pero de este modo sentía que estaba sacrificando a alguien y esa idea lo estaba atormentando los últimos días, la idea de ver nuevamente morir a alguien frente suyo.
No sabía si decir que se estaba volviendo más cobarde o más humano, desde que decidió ingresar a trabajar para llevar a cabo su venganza había decidido borrar cualquier temor que pudiese aparecer e interrumpir su plan pero ahora se le hacia imposible, ahora que había visto morir a una de sus compañeras frente a él. Si bien en el pasado vio como los demonios acababan con otras vidas nunca le afectaban, podía lamentarse por la perdida pero luego seguía como si nada, como todos los demás ante esta situación. Esa era una de las razones por las cuales sentía que no era apto para reclamarles la mínima importancia que le daban a la muerte de Himeno, le gustaría poder apoyar a sus familiares al reclamar pero él había actuado de ese mismo modo frente a otras personas, haciendo como si el fallecimiento de alguien no importase simplemente porque no era un conocido suyo.
Soltó un suspiro, algo que se le estaba haciendo costumbre hacer, antes de ingresar al departamento. Escucho como ambos discutían frente al televisor por un juego, en otros momentos hubiera ingresado para interrumpirlos o solo con la intención de molestarlos pero estaba demasiado cansado como para hacerlo, así que fue directamente a su habitación para preparar las cosas que necesitaría mañana cuando se encuentre con aquel muchacho.

ESTÁS LEYENDO
My beloved darkness.
FanfictionSu mundo se volvió un abismo desde el fallecimiento de Himeno, cada segundo que pasaba hacía que caiga más a fondo deseando que de una vez se terminara, que chocará contra el final y que la oscuridad que lo esperaba lo consuma, que se tragara todo d...