Un chico entra con un regalo a la habitación de su mejor amigo, tenia su típica sonrisa adornando su rostro, le encantaba visitarlo, su compañía le hacia sentir completo. Sin mayor problema abrió la puerta, ya tenían la confianza suficiente para pod...
Recomiendo escuchar "es que yo te quiero a ti" de Kevin Kaarl, siento que queda bien con esto.
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Hola, no se de que forma empezar esto ya que no me gustaría que te alarmes, aunque bueno, quizás ya lo estas, pero quería agradecerte por todas aquellas veces en las cuales quisiste hacerme sentir mejor con algún chiste, broma o alguna acción, aunque creyeras que no funcionaba, lo hizo, y muchísimas veces, me encantaban tus típicas bromas de papá, o en su lugar, chistes negros y bromas pesadas que se te escapaban por accidente.
¿Recuerdas aquella vez que falle en el examen?, estaba devastado, me había esforzado tanto por conseguir una nota perfecta que de verdad me afecto el echo de ver una calificación mas baja de la que me esperaba, pero llegaste tú con tus malas bromas y tu radiante sonrisa que de verdad me contagiaste, agradezco mucho que no me dejaras solo por algo tan insignificante como una mala calificación.
Oh, ¿recuerdas también aquella vez que nadie fue a mi fiesta de cumpleaños?, como siempre, ahí estabas tu con aquella pegadiza sonrisa, animándome de distintas formas, me hiciste olvidar el echo de que no soy importante, bueno... al menos para ti lo fui, y eso fue más que suficiente.
También tengo otra, ¿se te olvido aquella vez en la que perdí a mi perrita?, estaba desesperado al no encontrarla por ningún lado, incluso saliste conmigo a pegar carteles de extraviada por diversas calles, al final de aquellas dos semanas llenas de angustia y pena, una amable señora nos contacto diciendo que había encontrado a mi pequeña compañera, estaba tan feliz que hasta llore de la alegría y tu simplemente reías por mi reacción, tu risa provoco la mía y con una gran sonrisa de oreja a oreja fuimos a buscarla.
Todos esos hermosos recuerdos los atesorare por siempre, y espero que tu lo hagas de igual manera.
Solo hay una cosa que nunca fui capaz de confesarte, y obviamente no quiero llevármelo a la tumba.
Me gustas, me gustas muchísimo, lamento todos los días el no haber tomado el valor para decírtelo de frente, abrazarte con todas mis fuerzas y besarnos bajo la sombra de aquel divino sauce llorón que estaba en el parque que tanto solíamos frecuentar, lamento el no haber echo todas aquellas actividades que teníamos planeadas, lamento... lamento mucho el no cumplir mis promesas, el no dejarte solo para ser mas específico, aunque, bueno, no te dejare solo después de esto, siempre estaré ahí apoyándote en todo lo que vas a lograr en un futuro. Una vez más, lamento el ser tan cobarde y nunca haberte confesado todo en la cara, espero puedas perdonarme, maldito idiota.
Te amo, te amo como no tienes una maldita idea, ni todas las palabras del mundo van a poder expresar lo mucho que significaste para mi Hanma Shuji. Espero que tengas razón y podamos encontrarnos en otra vida, siendo felices juntos sin importar los demás.
-Kisaki Tetta, tú payaso.
Al entrar a la habitación pude divisar su pequeño cuerpo sobre la cama, con un gran frasco de pastillas que estaba mucho mas abajo de la mitad, si tan solo hubiera llegado una maldita hora antes él seguiría aquí conmigo, estaríamos abrazados haciendo cualquier estupidez como estábamos acostumbrados.
Apreté fuertemente la carta entre mis manos y esboce una sonrisa lastimera, sin dejar de mirar su cuerpo inerte tendido sobre el mismo lugar.
-Kisaki, soy yo quien lo lamenta, no me di cuenta de lo mal que la estabas pasando... -pronuncie con la voz quebrada, la nariz tapada me dificultaba el respirar ya que no podía parar de llorar.
Me acerque a su cuerpo y deposite un pequeño beso en su helada frente, era increíble la cantidad de lagrimas que caían de mis ojos. Acaricie su cabello con delicadeza, tal cual como solía hacerlo cuando pasaba tiempo con él, me levante con cuidado y guarde la carta en uno de mis bolsillos. Ya había llamado para informar sobre la muerte de Kisaki cuando me fije en que no existía rastro alguno de pulso, no tardaban mucho en llegar.
-Siempre tendré en mente todo aquello que hicimos juntos, y no te preocupes por aquella promesa -hice una pequeña pausa, esperando por alguna razón la respuesta de aquel mal chiste, tome aire y continúe- siempre tendré en cuenta todo lo que luchaste para poder cumplirla, aunque fallaras en el intento, siempre estaré feliz de todo lo que hicimos juntos, nunca olvidaré nada, Kisaki.
Escuche la puerta abrirse, la deje abierta para que pudieran pasar. Yo solo me quede quieto y vi como se llevaban su pequeño cuerpo, volví a llorar cayendo de rodillas mientras abrazaba un peluche de gato que le había regalado con anterioridad.
-En otra vida nos veremos, mi amor... -fue lo ultimo que dije antes de levantarme y emprender camino hacia el parque en donde se encontraba el sauce, el favorito de Kisaki.
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Lo siento, soy muy fan de las historias tristes o las que tienen un pequeño detalle de pena, las amo.
Bueno, pido perdón por cualquier tipo de error que puedan ver, no soy buenx en esto de escribir pero de verdad me gusta y quiero mejorar en ese ámbito. Cualquier consejo me sirve muchísimo.
Espero que les guste la historia y puedan disfrutarla tanto como yo lo hice al escribirla. <3
