Ticket de ida hacia tu cama y dile al tiempo que no pare,
que no pase para poder seguir enredando cada caricia en tu pelo,
para poder seguir apretándote contra mi existencia.
Existes en mi cama porque te ardo a diario, quemarse es otra cosa si se trata de tu fuego.
Y los días pasan demasiado despacio, mientras me congelo divagando en el aroma de tus besos, en las batallas de tu sonrisa y en la rebeldía de tus caricias.
Mis anclajes no pararon tus instintos animales,
así fue como me perdí en tu universo de noches inefables.
En mi interior tengo el cosmos, explotan estrellas y se crean constelaciones.
Y es que todo son noches especiales o espaciales, estelares, de estrellas, de lunares en tu espalda,
en tu cuello
y tu piel como cielo.
Y entonces yo, en vez de bajarte el cielo te subí a él.
