8 Dejan Klimovsky 🔥💖

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—Un café doble y un chocolate, por favor.

La mesera le sonrió y tomó la orden. Mientras tanto, Ewan Marcus se acomodó en la agradable cafetería cerca de la universidad. Soltó un suspiro y miró el reloj. Los idiotas de sus compañeros no llegarían otra vez.

El celular sonó en ese instante. Estuvo a punto de maldecir. Genial, lo dejarían plantado de nuevo. Era la tercera vez en la semana. A este paso no rendirían los exámenes, e Ewan no se las quería pasar estudiando todo el verano para recuperar las tareas atrasadas.

—Sharik.

—¿Sabes ruso?

—¿Eh? —Ewan frunció el ceño y luego sonrió—. Depende. ¿El ruso es guapo? Puedo aprenderlo si es así.

—Hablo en serio —replicó—. Tengo una serie de correos. La mitad está en inglés, pero la otra parte no, y no quisiera usar el traductor de Google a cada rato.

—No soy un gran conocedor, pero creo que puedo ayudarte.

—¿Puedes ir esta noche a la casa de Bastian?

—Déjame ver si entiendo, me han dejado plantado de nuevo y ahora yo debo correr a su lado porque necesitan un favor, ¿es así? ¿O me perdí de algo?

—Es importante, Ewan. Por favor, dime que cuento contigo.

Una voz cargada de duda y tristeza hizo al muchacho entender que algo muy malo sucedía.

—Soy tu amigo, Sharik, por supuesto que estoy contigo.

—Gracias, Ewan, de verdad.

—Ya, hombre. Nos vemos más tarde, ¿sí? Cuídate.

Sharik cortó la comunicación y respiró. Llevaba una pila de correos de los cuales no tenía idea lo que contenían la mayoría de ellos. No obstante, estaba seguro de que ahí estaba la respuesta del alejamiento de Kaz.

—Deberíamos ir a la oficina.

—¿Desde cuándo llega tan temprano? —le indagó Bastian a su amigo.

—Desde que terminaron.

El muchacho asintió sin emitir palabras.

—Bien, a la oficina entonces.

Aceleró el deportivo y adelantaron varios vehículos que circulaban por la autopista a esa hora. Llegaron al edificio en donde Brandon tenía su centro de operaciones.

—Va a molestarse porque no le dije la noticia del tal J. B.

—Fue lo que sentiste en ese momento. No te preocupes. Dudo que te despida.

Sharik asintió y se quitó el cinturón de seguridad.

Bastian estacionó el vehículo.

Caminaron hacia la oficina y subieron el ascensor. Iban en silencio. El corazón de Bastian latía más rápido que de costumbre. Carajo, le seguía pasando. Siempre lo hacía. Desde el momento en que lo conoció hasta el instante en que decidió terminarlo. Todo el tiempo su corazón lo pedía.

AMORES DE INVIERNO - S.B.O LIBRO 11 ( Romance Gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora