Convirtiéndome en la hija de la pareja de demonios (AiYuu + Hiyori).

Un outfit para la hija

Hiyori caminaba por los pasillos del lugar, cargando la hielera que contenía las botellas de agua para Aizou y Yuujiro. Dando pequeños saltitos mientras caminaba, la castaña estaba feliz porque asistiría al primer concierto de su mejor amiga Mona, sin embargo, el único detalle era el outfit.

El problema no era en sí buscar un outfit para la ocasión, sino el mantener el secreto de-

-No combina para nada, cambiate. -casi le gritó Yuujiro frente a su cara. Hiyori apenas entraba al cuarto de prácticas y el peliazul ya la atacaba con su vestimenta.

-Eres nuestra manager, también tienes que tener un poco de sentido de la moda.

-No puedo creer que no hayas aprendido algo después de pasar casi un día buscándote ropa y arreglandote para tu cita con Nagisa-kun.- El nombre del castaño fue mencionado casi con rabia. Nagisa seguía sin caerle bien tanto a Yuujiro como a Aizou.

-Claro, solo te interesaste por la moda por Nagisa. -siguió atacando Aizou.

Si, Hiyori quería ocultar su pequeño problema de los demonios: Aizou y Yuujiro. Precisamente demonios del outfit, como los había bautizado en secreto. La castaña aún no olvidaba aquel día en que Nagisa la visitaría por primera vez a la ciudad... fue un día divertido, pero no dejaba de asustarse cada que Yuujiro o Aizou miraban la ropa que usaba. A ellos casi les da un ataque cuando Hiyori quiso usar una falda que, sin saber mucho de combinar, terminó haciendo un desastre de outfit al combinarla con una chamarra y calcetines de colores incombinables.

Uchida, la manager de Lip x Lip, soltó una risa.

-Más que una manager, la tratan como si fuera su propia hija.

Los reclamos de Aizou y Yuujiro cesaron en cuanto Uchida habló. Ambos adolescentes voltearon a ver a la manager mayor, ofendidos.

-¡CLARO QUE NO! -gritaron al unísono.

-Debemos cuidar de la imagen de la patata.- habló Yuujiro, apuntando a la castaña. -Como parte del staff, su imagen también nos afecta.

-Si, si, lo que dijo Yuujiro. -secundó Aizou.

Claro, a Hiyori poco le importaba, lo único que quería era salir del lugar para-

-Cierto, Hiyori, ya hablé con los demás... puedes utilizar la ropa que quieras, con la condición de que la regreses en las mismas condiciones.

Si... no se puede confiar en Uchida.

-¿Ropa?

-¿Utilizar?

Los demonios se enteraron.

...

Querido diario:

Papá Aizou me ha comprado mucha ropa, sobre todo faldas y vestidos para que deje de usar las mismas sudaderas y pantalones de siempre.

Papá Yuujiro lo regañó por gastar el dinero que tenían en su cuenta compartida.

-Ya Yuujiro, perdoname, pero la chica patata no puede ir por la vida vistiendo de esa manera... no en mi guardia.

-Un mes.

-¿Eh?

-Nada de besos un mes.

-¡Pero amor!

Si tuviera que decidir, papá Yuujiro, sin duda, es más demonio que papá Aizou.

-¡Y tú -Yuujiro apuntó a Hiyori-, ponte una ropa más elegante, hoy tenemos una cena!

-Pero-

-Nada de peros, tienes media hora.

Hiyori se quedó observando como Yuujiro salía del cuarto con un Aizou triste detrás de él.

-¡Pero la cena es por su aniversario de noviazgo, a mí no me incluyan!

Siendo la hija adoptiva de la pareja, a Hiyori automáticamente la incluían en gran parte de sus planes.