~Desde aquella denuncia por acoso y amenaza en Twitter, el moreno jamás se había quitado de la cabeza al hombre que lo había atendido que se hacía llamar el comisario Volkov. Había sido muy amable con él, sintiéndose seguro de las cosas que le dijeron, aunque realmente se lo habían buscado. El comisario tenía unos ojos grises penetrantes, un corte de cabello algo raro para su estilo de cabeza pero... Se veía joven y muy guapo.
Al menos para los ojos de Horacio...
El comisario se veía muy serio siempre, con pocos amigos, si le intentabas vacilar te sacaba el taser y te metía a la celda por gilipollas. Un hombre común y corriente que estaba al mando de su superior simplemente, este se veía mil veces peor que el comisario sin embargo hablaba más seguido que el peligris, haciendo verse una figura en quien confiar.... si es que no estaba metido en Problemas claro, estaría de tu lado siempre.
Busco en sus redes sociales al tal comisarío, pero no había nada en ninguna parte, volviendolo misterioso cuanto menos, eso le daba más posibilidades al moreno de acercarse solo él y nadie más de fuera.
Después de mucho tiempo. Conway los pillo para ser sapos de sus amigos los vende pipas convirtiéndosese en alumnos en la policía tragando mierda tras mierda. Quizás nadie lo notaba pero al igual que Horacio miraba, Volkov también lo hacía, discretamente en las filas para organizar el día y asignar a cada agente en su patrulla, Volkov caminaba detrás de él solo para poder oler su perfume que tan drogado lo dejo en su momento.
Se sintió atraído por su figura de cierta manera. No podía describirlo con palabras sino con sensaciones que le aceleraban el corazón al verlo entrar a los vestidos. Se hacía el loco muchas de esas veces, finciendo lo haberlo visto entrar o incluso pasando de él sin siquiera saludarlo. Había una tensión entre ellos, algo que se palpaba en el ambiente a su alrededor obligándolos a callarselo cuando la gente miraba de más.
Y se sintió lindo cuando sus palabras animaba su desempeño con un "MUY BIEN HECHO HORACIO" le dió dos palmadas en la espalda al lograr abatir a los atracadores dentro de la tienda.
Pero había veces donde los días solo eran días y no felices como los otros. De vez en cuando llegaba molesto el comisario, insultando a algunos alumnos y hasta a Horacio. No entendía su carácter pero suponía que él como todos, tenía sus días malos y buenos.
En fin...
"Ahhhh Volkov" suspir.
Se encontraba sentado en las bancas de los vestidores, esperando a que Gustabo regresará de su ronda de patrullaje para así irse a casa juntos. Habían pasado muchas cosas en su vida al rededor de su trabajo, la policía lo había entrenado para ser alguien con fuerza y carácter pero, Horacio siempre le costó trabajo.
Aún en su época de alumnos estaban aprendiendo demasiado para lo que realmente era ser un policía, "Hacer el bien" no siempre era el bien de otros y pasaban conforme los sucesos más aprendía, pero no sacaba ese lado asustadizo suyo.
Se detuvo en sus pensamientos, mirando sin discreción al comisario que había entrado a la habitación. Con su camisa azul marino se dirigió hacia Horacio que por inercia su cuerpo se puso cuerpo tenso, empezó a temblar bajo su mirada.
El comisario se detuvo al frente suya con ambas manos detrás de su espalda, mirando al menor con una curva entre sus labios.
- ¿Me da permiso Horacio? Necesito sacar mi chaqueta negra -
- Ah-ahh si- si - Tartamudeo. Se paró de la banca avergonzado hasta tal punto de sentarse Increíblemente en el mismo lugar de su taquilla. El peligris abrió está y saco su chaqueta de cuero, colocándolos antes de salir a la sala principal.
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Mi Comisarío |• Volkacio •| +18
Romance♡︎ Es un poco ilegal... Quizás... Demasiado para ser comisario. Era inevitable ver y no tocar, pero aquel alumno logro captar su atención desde el primer día. Tomaría el riesgo. Hipnotizado por sus ojos, por su sutil apariencia de un simple chico d...