Las cuidades mencionadas en este fic no corresponden ni buscan estar alienadas a la realidad, si no que son usadas para un evento inventado ya que a su escritor le dió paja investigar mitología egipcia para algo que no tan largo iba a quedar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se le había llamado de forma urgente para atender lo que sus allegados llamaron "una deshonra para la creación" solo que, fuera de esas palabras se negaron a brindarle mayores detalles de la situación.
Aldebaran, monarca y emperador de la capital del Nilo, utopía en medio del desierto muchas veces no encontraba como reaccionar. El reino se le entrego a los 14, por más que se le preparo y enseño de la misma manera que a sus padres y antepasados fueron preparados para gobernar para el era... Diferente. Su propia mente no se llegaba a sentir del todo capacitada.
"No seas muy amable o te pisotearan" Era una de las principales herramientas que querían que aplicará, a pesar de su físico gigante a sus 23 años, de forma que era fácil intimidar a alguien solo con verlo no se sentía capaz de muchas cosas que implicaban. Cómo decían, su físico era duro pero su corazón muy blando, más la presión de una región entera era un dolor de cabeza.
Aldebaran usaba una camisa blanca que dejaba ver la parte central de su pecho, sumado con algunas telas en el rostro para cubrirlo del sol. Fue llevado al área central dónde fue su llamado. Debajo de una de las estatuas más antiguas, un gran felino con alas y una máscara humana, la diosa Nefertiti. Su sombra era donde habían llevado a 3 hombres para ser asesinados.
- ¿Que crímenes cometieron ellos 3 para que me hayan llamado? - Aldebarán no era fan de matar. Si eran de imponer castigos siempre expresaba preferir dejarlos vivir el dolor de sus culpas, no importa que tan grave o suave sea.
- Nacer señor. Estos son los últimos 3 aberrantes especímenes de "Doncel" hombre que viola las leyes de nuestro creador Zeus y logra concebir.
- ¿Porque nunca me enteré que existían? - En su nación la homosexualidad no estaba satanizada, nunca escucho tampoco de algún hombre capaz de eso, menos se le informo que los estaban cazando.
- Ni nosotros lo sabíamos. Cómo usted es nuestro señor en tierra, ¿Cómo desea que los matemos?
- ¿Bajó que derecho los van a matar? - Rápidamente engrosó la voz. Con sólo verlo se notaba muy incomplacido con la petición. Asustando en el proceso al hombre frente a él.
- Por romper nuestras leyes señor. - El hombre no se dejó intimidar, alzo la voz devuelta al toro.
- ¿Y porque las están violando? No mataré a nadie solo por existir. Si nuestro señor no deseaba que los hombres pudieran concebir no los hubiera creado en primer lugar. - Ignorando al hombre y sus reclamos saco un cuchillo de entre su ropa y cortó las ataduras de los 3, dejándolos libres. - Lamento está inoportuna situación. Si lo desean pueden acompañarme y me encargaré de ayudarles a restaurar su hogar.
