CAPÍTULO 36

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–Gracias por traernos mamá!! Te quierooooo y también a ustedes mua mua y un besito chiquito porque eres frágil Kin– exclama alegre Keiji dándole un beso en la frente a cada uno de sus hermanos y por último le da uno con cuidado al más pequeño de los trillizos –Vamos Keiichi!!!–  va corriendo a su respectivo salón.

–Ya voyyyy, adiós hermanitos! Adiós mami...adiós papá suerte en el trabajo!– se despide igual el pequeño rubio y le toma la mano a su padre deseándole suerte para después irse alcanzando a su hermano.

–OOHHHH VISTE VISTE YA ME QUIERE MÁS KEIICHI WWWWUUUUUUU– festeja Kyojuro intentando contener los saltos de alegría pues tiene en cada uno de sus brazos a dos de sus cachorros.

–Jaja ya lo veo cariño me alegro... adelántate me llama el maestro de los niños, oh qué pasa?– ríe el pelinegro ante la reacción del rubio mayor y intenta ir con un peli blanco que había dado una seña para que se acercara.

–Eres muy apegado a ese tipo uf– reniega celoso Kyojuro.

–Ahh con que de eso se trata, estoy casado contigo jaja es el nuevo maestro de Keiichi y Keiji, es un omega aparte– sonríe Tomioka explicándole a su esposo –Será rápido, si quieres adelántate– agrega dirigiéndose al omega peliblanco.

–Buenos días Tomioka-san! Quería comentarle que hoy les tocará a sus hijos el aseo del salón por lo que saldrán un más tarde– saluda con respeto el maestro y le da a conocer las tareas de sus crías.

–Está bien Sensei Noori, gracias...me retiro– Giyu asiente y regresa con el rubio que lo espera –Los niños saldrán un poco tarde, no se si me voy a entretener con Shinobu mmmm– le explica el pelinegro al alfa pensativo.

–Intentaré que no se me acumule el trabajo y vendré por ellos, yo lo resuelvo no te preocupes– calma Kyo a su amado dándole un tierno beso pues ambos ya tienen que irse –No te apures, que la señorita Shinobu revise a los cachorros bien, Kin me preocupa, yo resuelvo lo de los niños, anda con cuidado cariño– trata de calmarlo una vez más mientras acomoda a sus crías en él omega.

–Está bien, muchas gracias amor, me iré entonces, te amo!– se dan un último beso de despedida, Tomioka cargando a los tres cachorros se va rápido.

Y al igual que el pelinegro, el alfa rubio se va a su trabajo y llegando  se dirige a Mitsuri pues quiere saber que había pasado con los niños rescatados.

–Maestro bienvenido! ¿Tiene curiosidad por Ichigo y Midori verdad?aaiiññññ es usted muy atento– exclama contenta la pelirosa.

–Me atrapaste jaja ¿los llevaron a una casa hogar? ¿Algún albergue?– pregunta curioso Kyo.

–No tuve corazón para dejarlos, me encariñé demasiado con ellos incluso Iguro y pues hicimos todo el papeleo, son nuestros pequeños hijos oficialmente!– dice emocionada Kanroji.

–No lo esperaba pero me alegro que esté ahora están en buenas manos, bien hecho Mitsuri– por último el rubio de puntas rojizas la Felícita y va a su patrullaje.

Termina su recorrido en el pueblo y justo entrando apenas para registrar su turno que ha terminado llegan a él dos señores mayores ambos suplicando ayuda pues alguien a estado robando vacas de su ganado.

–Porfavor ayúdenos señor Rengoku!– insiste el viejo.

–Aammm c-claro!– acepta el trabajo Kyo pero busca a alguien de reojo para mandarlo en vez de ir él ya que es importante recoger a sus crías como lo ha prometido.

Este va tras los dos señores pensativo concentrado en que momento va desocuparse hasta que ve pasar su salvación.

–Sabito! Oye!– llama el pilar en aprietos al peliclaro.

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