Todo quedó en total silencio ante las anteriores palabras de su superior, dejando helados a cada uno de los presentes; estando conscientes del pesar en este.Cada uno estaba debatiéndose en su interior por la información, pues, era imposible que algo así sucediera; notándose el pesar en el ambiente sin mediar palabra alguna.
En ese instante, no podían creer que esa persona tan querida haya perdido así de la nada, pero cuando uno de ellos se atrevió a preguntar el causante de su muerte todos sintieron una rabia creciente en su interior; demostrándose ante la expresión de su rostro.
Ellos estaban seguros de acabar con ese ser tan despreciable, teniendo más motivos por el cual odiarle; dispuesto a entregar todo de sí para vengar la muerte de ella.
Más sin embargo, había uno en especial que su sangre hirvió desde el comienzo de la información; apretando sus puños enojado en un vano intento de poder controlarse.
Después de culminar cada uno se fue por su lado, impactados por semejante noticia; cargando con un dolor agudo en sus corazones.
Pero ese mismo que no pensaba en nada más que en ella pateaba y maldecía todo a su alrededor, negándose a aceptar tal realidad sin su presencia a su lado; recordando su sonrisa, su mirada, su apoyo incondicional. ¿Qué sería de él, ahora que ella ya no estaba?
-¡Maldición! - golpeó un árbol junto a él, importándole poco si se lastimaba o no.
¡¿Por qué tuvo que ser ella?!
Pensó irritado mientras empezaba a golpear todo en busca de sacar su frustración, sin percatarse de que las lágrimas recorrían su rostro; deteniéndose un instante para caer en el suelo de rodillas. Se sujetó los cabellos frustrado, apretando su mandíbula para callar su ganas de gritar; encorvándose al no soportar el dolor.
-¡Caw! ¡Sanemi-sama! - de un manotazo intentó apartar la ave, frunciendo su ceño irritado; alzando su vista al pobre cuervo, quien no tenía culpa de sus sentimientos.
-¡Vete de aquí, maldición! - articuló enojado, sintiendo el desgarre en su garganta ante el nudo en él; descargando su rabia con el ave, al reconocer que le pertenecía a la única persona más importante para él, pero que ahora ya no estaba.
-¡Caw! ¡Ella te necesita! - se petrificó ante ello, negándose a creer sus palabras.
Más sin embargo, insistió tanto que terminó convenciéndolo al tener la mínima esperanza de que así fuera; siguiéndolo a una velocidad bestial, olvidando por completo el notificar su salida.
En cuestión de minutos, se detuvo ante un risco; iluminado por la luna. Sus párpados se abrieron grandemente al encontrar la espada de ella encajada en el suelo, brillando por la luz del satélite natural; aterrado al ver tanta sangre en el lugar, sin mencionar el camino que había recorrido para llegar ahí.
-¡Está abajo! ¡Caw! ¡Caw! - sin pensarlo tanto, se acercó al final del risco; notando algo sobresalir del riachuelo.
Sin tardarse más, se abalanzó seguro y al mismo tiempo preocupado; sosteniéndose de la rama de un árbol para girar y terminar aterrizando en el centro del río.
Corrió en su dirección, asustado de encontrarla tan herida; arrodillándose a su lado, tratando de no temblar y buscar la manera de ayudarla o al menos saber que aún vivía.
Aunque, no hizo falta buscar pulso al verla abrir sus ojos pesadamente; sonriendo suavemente al presenciar al chico junto a su persona.
-S-si llegaste - susurró débilmente; haciendo que el alma regresara al muchacho.
Todo comenzó a girar nuevamente para él, sonriendo ampliamente por saberla viva; tomándola con cuidado para no dañarla más y apresurarse en ayudarla.
De algo estaban seguro los 2... Mantendrían esto en secreto hasta que todo estuviera en calma.
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Luz de Sangre
RandomEn una resplandeciente luna sangrienta, se presentó el ser más temido y ruin de la tierra; dispuesto con acabar con la única persona que le impedía la inmortalidad. Ella, sabía bien su destino después de ese encuentro, a pesar de anhelar quedarse co...